No hace ni una semana que el multimillonario estadounidense Elon Musk compró Twitter y los cambios ya empiezan a notarse en la red. Si sus entusiastas son numerosos, sus detractores también lo son. El principal objetivo de Musk, según afirma él mismo, es recuperar la libertad de opinión. Pero las nuevas normas podrían abrir nuevas puertas a la ciberdelincuencia. De hecho, el phishing ya vampiriza el nuevo Twitter de Elon Musk.
La ciberdelincuencia aprovecha la nueva verificación
Cientos de miles de usuarios de Twitter están entusiasmados con la mayor libertad de opinión que ya se respira en la red azul tras la compra de Musk. Pero el primer gran cambio de normativa es relativo a la verificación de las cuentas. Uno de los sistemas de Elon Musk para recuperar los 44.000 millones de dólares que ha pagado será cobrar por la insignia de verificación. Este distintivo, conocido popularmente como el ‘circulito azul‘, era hasta ahora gratuito. Lo daba la red Twitter a las cuentas que merecían distinguirse como auténticas y «dotadas de interés público». Este fin de semana Elon Musk ha anunciado que se va a acabar lo que él llama el sistema feudal de «señores y vasallos» o «aristócratas y siervos». Anunciando que va a dar el «poder al pueblo» (power to the people), ha explicado en su cuenta que la insignia de verificación costará a partir de ahora 8 dólares al mes.
Campaña de phishing en el Twitter de Elon Musk
Según TechCrunch, los ciberdelincuentes no han perdido el tiempo y ya aprovechan la confusión reinante en Twitter tras la compra de Musk. Ya existe una campaña de phishing diseñada para robar la contraseña a los usuarios que no quieren pagar por seguir verificados. El correo electrónico fraudulento pretende que los tuiteros descontentos con las nuevas normas de Musk suban su nombre de usuario y contraseña a una página web disfrazada de formulario de ayuda de la red Twitter.
¿Vivimos en la era del tecnofeudalismo?
El economista francés Cédric Durand, profesor de la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales (EHESS), asegura que ya vivimos en la nueva era del tecnofeudalismo. Los protagonistas de estos nuevos tiempos cibertecnológicos serían, según Durand, los grandes monopolios, las plataformas tecnológicas y los gobiernos pospándémicos. Estos líderes nacionales y transnacionales conviven y se enfrentan en un entorno cada vez más caótico. Según Durand, los usuarios de las redes seríamos de hecho los peones de unos jerarcas tecnológicos. Los algoritmos les permitirían manipular y controlar a la población mundial, mediante los datos que poseen sobre nuestras preferencias, sentimientos y estilos de vida. Con Twitter recién comprado y ya sin cotizar en Bolsa, los 400 millones de usuarios se preguntan si Elon Musk será capaz de transformar la ciberseguridad no solo de la red azul, sino de todas las redes sociales.
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