• 30/06/2024 16:17

El descarte de atunes muertos al Mediterráneo: una práctica que permanece impune

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Madrid, (EFEverde). – Cada año, cuando el atún rojo baja desde las frías aguas atlánticas a las cálidas del Mediterráneo a desovar, comienza la temporada de pesca y con ella, también los descartes de atunes muertos en el mar, una problemática que afecta a los pescadores y a la disponibilidad de la especie, de alto valor económico y ecológico.

La Fundación Marilles, dedicada a la conservación del mar Balear y sus costas, ha denunciado estas malas prácticas, luego de que en el mes de junio una barca de arrastre de la flota de las Balears capturó accidentalmente cinco atunes de 200 kilos, muertos y en estado de descomposición, mientras que otra de arrastre de Palma capturó 1.000 kilos de atún podrido en la costa de Mallorca y un barco de Valencia, 1.400 kilos.

“Que los barcos de arrastre hayan pescado atún muerto hace pensar que la densidad del problema y su impacto es mucho mayor de lo que nos imaginamos, que igual es solo la punta del iceberg”, afirma en entrevista con EFEverde.com eñ director de la Fundación Marilles, Aniol Esteban. 

Insiste en que los atunes en descomposición impactan en la flota balear, les hacen perder el jornal y pone en riesgo sus aparejos de trabajo, además de afectar la salud de la población de atún, al no poder determinar cuántos mueren en el proceso.

La organización defiende que ha llegado el momento de que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España investigue el tema a fondo para determinar el alcance del problema y las embarcaciones y empresas implicadas. Además, precisan que se deben tomar acciones contra quienes incurran en estas prácticas, realizar una distribución de cuota en favor de la flota balear y que se considere también abrirla a la flota recreativa con las condiciones necesarias para minimizar el riesgo de prácticas ilegales. 

“No es que se pesque más atún, sino que se reparta mejor”, asegura el director de Marilles, a la vez que precisa que Baleares tiene mucho atún rojo en sus aguas, pero sus pescadores pueden pescar muy poco y que se desperdicie es “un insulto” para ellos y la sociedad. “La pesca del atún rojo es un salvavidas económico para la flota pesquera local”, agrega el biólogo marino y economista ambiental.

¿Cómo se distribuyen las cuotas de pesca de atún rojo?

En el mes de mayo el Gobierno aprobó la resolución para aplicar el nuevo plan de ordenación del atún rojo del Atlántico oriental y del Mediterráneo para 2024, adaptando la normativa a los acuerdos de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT). 

España es el país europeo que más atún rojo extrae, con una cuota de 6.783,67 toneladas repartida entre la flota del cebo vivo del Cantábrico (19,36 %); la flota de cañas y líneas de mano del Estrecho (6,01 %; los palangreros y líneas de mano (12,31 %); cerco (25,23 %); almadrabas (24,2 %); cañeros canarios (7,92 %); artes menores del Mediterráneo (2,87 %) y artesanales del Estrecho de captura limitada (0,89 %).

Asimismo, fija que un 0,4 % se destina a cubrir supuestos en los que se sobrepase la cuota y para capturas de flotas no incluidas en el censo específico; 0,02 %, a la almadraba de túnidos menores del Mediterráneo; un 0,17 %, para capturas fortuitas de curricaneros autorizados para el bonito del norte y palangreros de superficie en zonas 2 y 3; mientras que reserva un 0,557 % para la retención de eventuales ejemplares muertos en la actividad recreativa.

La resolución, publicada en el Boletín Oficial del Estado, establece que el número de atunes rojos que mueren durante cualquier operación regulada en dicha resolución será comunicado por el operador donante en el caso de operaciones de transferencia y transporte asociado, o por el operador de la granja en el caso de operaciones de introducción en jaulas o actividades de cría y se deducirá de la cuota de la partes contratantes y partes, entidades o entidades pesqueras no contratantes colaboradoras (CPC) pertinente.

Desde Marilles sostienen como hipótesis principal que los barcos atuneros, que nutren granjas de engorde en Murcia y Tarragona, lanzan al mar los atunes que mueren durante las operaciones (pesca, traspaso a jaula, transporte de jaulas) para que no los computen en su cuota al no poder obtener beneficio económico.

“Ahora mismo no se entiende y preocupa que en una de las pescas más controladas, con tantos observadores, vigilancia y papeleo se permita ese gran desperdicio”, tanto por los atunes muertos no aprovechados como por la captura de la barca de arrastre que queda inservible y no se puede comercializar, advierte Esteban.

Atún rojo, una especie “en buen estado”

Esta especie estaba amenazada por la pesca excesiva hasta que hace unos años, cuando pasó de la categoría de «En peligro de extinción» a «Preocupación menor», debido a que la ICCAT fijó en 2006 un plan de recuperación que permitía la captura máxima sostenible. 

“La recuperación del atún rojo es de las historias de éxito de la conservación del Mediterráneo y tenemos que celebrarlo”, precisa el director de Marilles, aunque sostiene que “si no tenemos datos reales sobre la mortalidad de la especie entonces se reduce la capacidad de gestión”.

El biólogo marino aboga por la pesca sostenible y porque se tenga en cuenta no solo los beneficios económicos, sino los costes sociales y ambientales. EFEverde

sna/al

 

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Artículo de Sheila Noda publicado en https://efeverde.com/el-descarte-de-atunes-muertos-al-mediterraneo-una-practica-que-permanece-impune/