• 03/10/2025 19:51

Expertos piden prohibir la caza para que la fauna silvestre se recupere tras un fuego

(origen) Ana Tuñas Matilla Sep 21, 2025 , , , , , , , ,
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Ana Tuñas Matilla
Los incendios que este verano han asolado el noreste peninsular, de dimensiones y virulencia pocas veces vistas antes en España, han dejado sin refugio y alimento a las poblaciones de animales silvestres cuyas posibilidades de recuperarse se verán mermadas si las autoridades no toman medidas como prohibir la caza, según los expertos.

En las zonas más afectadas, entre las que destacan Ourense, León y Zamora, habitan, entre otras, especies en peligro crítico de extinción, como el desmán ibérico o el urogallo cantábrico; amenazadas, como el oso pardo, la perdiz pardilla o la liebre del piornal, y protegidas, como el lobo.

Según los biólogos consultados por EFEverde, los incendios han sido tan brutales y rápidos y sin precedentes en extensión y en intensidad, que han provocado que incluso animales fuertes y veloces como los lobos hayan muerto calcinados sin posibilidad de escapar.

Corza y zorro huyendo de sendos indendios en Galicia EFE/ Pedro Eliseo Agredo y Brais Lorenzo

En toda la provincia o en zonas de exclusión

Si se permite cazar o meter ganado tanto en las zonas que han ardido como en las áreas próximas, a las que se han desplazado los animales en busca de alimento y refugio, las posibilidades de recuperación, tanto de fauna como de flora, serán muchísimo menores», ha afirmado el biólogo Alberto Fernández Gil.

Por razones «evidentes», no se puede pedir que no se haga ganadería en toda una provincia, «pero sí creo que la caza en general debería quedar vedada durante años en la totalidad de provincias como Zamora, León y Ourense, para que las especies afectadas por los fuegos se recuperen».

También se ha mostrado a favor de establecer límites a la caza para apoyar la recuperación de especies silvestre el biólogo Pedro Alonso Iglesias.

No obstante, en su opinión, en lugar de prohibirla en toda una provincia, quizá lo más efectivo sería establecer «zonas de exclusión de caza», como por ejemplo, en distancias de 3 kilómetros desde el perímetro del incendio, aunque esto seguramente complicaría el proceso administrativo.

En todo caso, lo que no se puede permitir, bajo ningún concepto, es que dentro de un coto de caza se pueda seguir cazando en zonas que no se han quemado cuando la superficie de la reserva se haya calcinado en un 50 % o más», ha aseverado.

Cadáveres de ciervos muertos durante los incendios de este verano en Galicia. Imágenes compartidas entre grupos de extinción

Protocolos asistenciales

Para Alonso Iglesias, dado que los grandes incendios pasarán a ser la norma general en el actual contexto de cambio climático, deberían ser considerados una «emergencia para la vida silvestre».

Esto conllevaría tener que tener preparados protocolos de actuación asistencial, como ya ocurre con otros desastres ambientales, como las mareas negras que siguen a un derrame de crudo en el mar.

Estos protocolos deberían precisar desde cómo dar asistencia veterinaria, a cómo aportar a los animales alimentación suplementaria o actuar para recuperar sus hábitats.

Efectos del fuego: muerte directa, desplazamiento y envenenamiento

El primer efecto de un incendio sobre la fauna, es la mortalidad directa, sobre todo en animales de baja movilidad, que «desaparecerán» completamente en la zona ardida. Aquí entran invertebrados, antrópodos, insectos, anfibios o pequeños mamíferos, según el biólogo Jesús Domínguez Conde.

Otros grupos, como las aves o mamíferos de tamaño mediano y grande tienen, a priori, más posibilidades de escapar en el momento inicial de destrucción del hábitat, aunque en los actuales incendios, denominados de sexta generación, ni si quiera ellos están a salvo.

Los que logran escapar, se desplazarán en busca de hábitats favorables, lo que conllevará problemas de competencia entre ellos y los individuos ya presentes en esas zonas, por los que deberán «pelear» por lograr comida, lo que generará mortalidad.

A más largo plazo, afectará otro aspecto relacionado con los grandes fuegos: determinados compuestos volátiles que se originan por la combustión -hidrocarbunos policíclicos aromáticos (PAH)- quedarán depositados en el agua y pasarán a la cadena trófica.

«Podrán ser ingeridos por animales que van depredando unos a otros (…) y esos productos pueden afectar a la formación de embriones o, en caso de elevadas cantidades, cánceres», ha apuntado el experto, que ha subrayado que los grandes incendios son siempre muy problemáticos para la fauna «en cuanto a supervivencia inicial, reubicación y recuperación».

Esa recuperación será aún más difícil en los casos en los que haya ardido la capa arbórea, pues los bosques tardan más en recuperarse que el montes. Todo dependerá de la severidad de cada fuego, pues en los de grandes dimensiones habrá zonas que se haya podido salvar, ha añadido.

Una loba con sus cachorros en el parque natural O Invernadoiro (Ourense) Imagen cedida

El caso del lobo

En el caso del lobo, cabe esperar que entre 40 y 60 grupos (entre el 10 y el 20 % del total) hayan visto muy afectado su territorio, según Fernández Gil, experto en la especie, que ha recordado que entre el 80 y el 90 % de todos los lobos de España se reparten entre Galicia y Castilla y León.

Para esta especie, la cobertura forestal y de matorral es componente crítico de su hábitat, sobre todo en zonas habitadas y en una época de cría como es el verano, en la que los cachorros apenas tienen 3 meses y son dependientes de los adultos.

Haberse quedado sin esa cobertura supone, sin duda, un efecto severo para esas poblaciones, al menos a corto plazo, ha aseverado.

«Lo que más me preocupa es que les hace aún mucho más vulnerables a la actividad humana (caza legal y furtivismo), al margen de que en algunos casos se tengan que desplazar a otras áreas ocupadas por otras manadas con las que pueden entrar en conflicto por alimento y territorio», ha aseverado.

En su opinión, haya o no fuego, en España, nunca deberían cazarse lobos, pese a que la normativa europea, que hasta hace pocos meses lo prohibía, ahora lo permita con limitaciones.

«Algunos lobos han muerto calcinados. Son bichos muy resistentes pero estos fuegos, totalmente inéditos por sus dimensiones y la velocidad con la que se propagan los hacen vulnerables, sobre todo para las crías y los adultos que los cuidan», ha apuntado Alonso, coautor del documental «Entre pastores y Lobos».

En este nuevo escenario, convendría considerar al fuego entre las grandes amenaza para la conservación del lobo, tanto por afección directa como indirecta, según el biólogo, defensor de que estos animales sólo puedan ser cazados en zonas de elevada depredación sobre especies como «as bestas» (caballos salvajes).

En su opinión, la absoluta prohibición de caza sólo lleva al furtivismo y a que la población afectada apoye el sacrificio de estos animales sin tener en cuenta el estado de conservación de la especie.

En la imagen, zona calcinada en el incendio forestal que afectó a una gran área del bosque Ridimoas (Ourense) EFE/Brais Lorenzo

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Artículo de Ana Tuñas Matilla publicado en https://efeverde.com/expertos-piden-prohibir-la-caza-para-que-la-fauna-silvestre-se-recupere-tras-un-fuego/