El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha reconocido la incapacidad permanente absoluta a una recepcionista de 49 años que padece una enfermedad autoinmune severa, revocando así una sentencia anterior que sólo le concedía la incapacidad total. Gracias al recurso interpuesto por su defensa legal, el tribunal ha determinado que su estado de salud le impide realizar cualquier actividad laboral con garantías mínimas de seguridad y rendimiento.
El caso, que sienta un precedente relevante en la interpretación de las enfermedades autoinmunes dentro del ámbito de la incapacidad laboral, ha sido llevado por Toro Abogados, un despacho especializado en derecho laboral y Seguridad Social.
Una enfermedad con graves limitaciones para la vida laboral
La demandante sufre una enfermedad reumatológica mixta que le provoca una serie de afecciones que van desde la pérdida de audición y temblores hasta una grave incontinencia fecal, lo que en la práctica le obliga a acudir al baño hasta ocho veces al día. A pesar de la severidad de estos síntomas, el primer fallo judicial solo le concedió una incapacidad permanente total, lo que le permitía seguir desempeñando algunas actividades laborales que no implicaran un alto riesgo de infección.
Sin embargo, la defensa de la trabajadora argumentó que su condición no solo afectaba a su profesión habitual, sino que le impedía mantener una jornada laboral con normalidad en cualquier ámbito. La alta frecuencia de episodios de incontinencia y su estado inmunodeprimido suponían un riesgo constante para su salud, una circunstancia que el TSJM ha reconocido al concederle la incapacidad absoluta.
El peso de los informes médicos en la resolución del caso
Uno de los aspectos clave en esta sentencia ha sido la contundencia de los informes médicos aportados, que evidenciaban el impacto irreversible de la enfermedad y la imposibilidad de recuperación. Según estos documentos, la trabajadora presentaba una gran discapacidad sin expectativa de mejoría, lo que consolidó la tesis de la defensa.
El TSJM, en su fallo, destacó que no se podía limitar el análisis de la incapacidad al puesto específico que ocupaba la trabajadora, sino que debía evaluarse en un contexto laboral más amplio. En este sentido, determinó que el riesgo de infecciones no se limita a determinadas profesiones, sino que es una realidad inherente a la mayoría de entornos laborales.
El reconocimiento de la incapacidad absoluta: un cambio sustancial en su prestación
Gracias a la resolución favorable del TSJM, la trabajadora pasará de recibir una pensión del 55% de su salario a una prestación correspondiente al 100% de su base reguladora, lo que supone una pensión mensual de 3.220,89 euros en 14 pagas. Además, la sentencia ha reconocido este derecho con efecto retroactivo desde el 1 de diciembre de 2021, lo que implica el pago de los atrasos acumulados.
Este fallo no solo supone un avance en la garantía de derechos para personas con enfermedades autoinmunes, sino que también refuerza la importancia de una adecuada defensa legal en casos de incapacidad permanente.
Casos como este evidencian la complejidad de los procedimientos de incapacidad permanente y la necesidad de contar con una defensa legal especializada. Toro Abogados, el despacho que ha llevado este caso, ha consolidado su prestigio en la representación de trabajadores que ven sus derechos vulnerados frente a resoluciones injustas del Instituto Nacional de la Seguridad Social.
La resolución del TSJM es un reflejo de que, con la estrategia jurídica adecuada y una defensa firme basada en pruebas médicas, es posible revertir decisiones iniciales desfavorables y conseguir la prestación que realmente corresponde.
El caso no solo representa una victoria individual para la trabajadora afectada, sino que también supone un precedente valioso para futuros casos de enfermedades autoinmunes y sus implicaciones en el mundo laboral.
La entrada El TSJM reconoce la incapacidad absoluta a una trabajadora tras un recurso de Toro Abogados se publicó primero en Lawyerpress NEWS.
