La biotecnológica PathoQuest ha sufrido una filtración de 147 GB de datos tras un ataque de ransomware orquestado por el grupo Qilin, cuyo método incluyó la exfiltración y publicación de información sensible en la dark web.

El laboratorio francés PathoQuest, referente en bioseguridad a través de tecnologías NGS para la industria biofarmacéutica, está en el centro de la atención tras ser víctima de un ataque de ransomware. El incidente, protagonizado por el conocido grupo Qilin, pone de relieve los crecientes riesgos que enfrenta el sector biotecnológico ante ciberamenazas especializadas en la sustracción y extorsión de datos críticos.
Según la información disponible, los atacantes lograron un acceso no autorizado a los sistemas de PathoQuest, desde donde exfiltraron datos sensibles mediante herramientas de transferencia masiva. Posteriormente, el grupo Qilin ha hecho público un volcado de 147 GB de información en su propio portal de filtraciones. El éxito del ataque puso de manifiesto la falta o debil implantación de controles como cifrado de datos robusto y mecanismos modernos de autenticación, que podrían haber mitigado parte del impacto. Además, las técnicas utilizadas, incluidas la alteración de listados de archivos y el robo silencioso de datos, son reflejo de tácticas cada vez más sofisticadas en campañas de ransomware dirigidas contra empresas de alta especialización.
El principal riesgo derivado de este tipo de ataques es la exposición masiva de datos altamente sensibles, que incluyen resultados de investigación, información clínica o detalles de clientes de la industria farmacéutica. La publicación de esta información puede ocasionar daños reputacionales severos, problemas legales, pérdida de propiedad intelectual e incluso impacto en la seguridad de pacientes o procesos regulatorios. Además, deja en evidencia una brecha en la preparación y resiliencia de infraestructuras críticas frente a amenazas avanzadas.
La prevención debe comenzar por la formación continua y el refuerzo de la cultura de ciberseguridad en todos los niveles de la organización. Se recomienda implementar autenticación multifactor y segmentar la red para reducir el margen de movimiento lateral de atacantes. A nivel técnico, la adopción de sistemas EDR, el despliegue de parches de seguridad actualizados, el cifrado robusto de los datos críticos y el monitoreo proactivo de actividades anómalas son imprescindibles. Por último, el uso de políticas restrictivas de cortafuegos y la restauración periódica a partir de respaldos verificados ayudarán a mitigar daños y garantizar la continuidad del negocio.