• 07/12/2025 18:59

Prevenir la morosidad: una inversión estratégica para las empresas

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La morosidad es uno de los principales retos para las compañías, especialmente en entornos de incertidumbre económica. Un solo impago puede comprometer la liquidez y generar costes adicionales. Además, los procedimientos judiciales para reclamar una deuda pueden prolongarse durante meses o incluso años, debido a la saturación de los juzgados. Durante ese tiempo, la empresa no solo sigue sin cobrar, sino que asume gastos de abogados, procuradores y otros profesionales.

aumento morosidadEn ocasiones, incluso tras obtener sentencia favorable, el deudor puede encontrarse en situación de insolvencia o haber solicitado la declaración de concurso de acreedores, lo que dificulta el cobro.

Por ello, expertos recomiendan priorizar la prevención frente a la reclamación. Invertir en medidas preventivas antes de contratar es más económico y eficaz que afrontar un pleito largo e incierto. Estas son tres prácticas clave para reducir el riesgo de impago.

  1. Auditar al cliente antes de contratar 

Antes de firmar un contrato, es fundamental comprobar la solvencia del cliente. Las sociedades están obligadas a depositar sus cuentas anuales en el Registro Mercantil, lo que permite acceder a información financiera relevante.

Consejo: Solicitar las últimas cuentas anuales y referencias comerciales. Si el cliente se niega a facilitar información o no deposita sus cuentas, es una señal de alerta.

  1. Pactar métodos de pago seguros 

La normativa permite pactar libremente las condiciones de pago entre empresarios. Algunas opciones recomendadas:

  • Pago al contado antes de la entrega.
  • Anticipado parcial (por ejemplo, 30 % al firmar y el resto a la entrega).
  • Plazos cortos y claros para reducir riesgos.
  1. Exigir garantías adicionales

 

En contratos de alto valor o con clientes de solvencia dudosa, se aconseja incorporar garantías como avales personales, avales bancarios, seguros de caución o garantías reales. Estas medidas permiten reclamar a terceros o ejecutar bienes en caso de impago.

Conclusión 

Prevenir la morosidad es clave para la estabilidad financiera. Auditar al cliente, pactar condiciones seguras y exigir garantías son prácticas recomendadas para reducir riesgos y evitar costes futuros.


Sobre el autor

  • Andrés Casado Güell
  • Abogado área Litigación y Arbitraje en AGM Abogados

 


Artículo de Redaccion DJ publicado en https://www.diariojuridico.com/prevenir-la-morosidad-una-inversion-estrategica-para-las-empresas/