La planificación de las operaciones incluyen asaltos terrestres, patrullajes fluviales y apoyo aéreo con aeronaves no tripuladas.
Además, incluyen artillería de precisión que ha permitido golpear de manera simultánea las actividades ilícitas del Clan del Golfo y el ELN.
Tropas de la Primera División del Ejército y de la Brigada de Infantería de Marina Uno de la Armada mantienen su ofensiva con un objetivo específico: neutralizar las acciones ilícitas de varias organizaciones terroristas.
Las acciones militares para mantener el control territorial han sido reforzadas con la llegada de 500 efectivos adicionales de la Fuerza de Despliegue Rápido Nueve (Fudra). Las operaciones incluyen asaltos terrestres, patrullajes fluviales y apoyo aéreo con aeronaves no tripuladas y artillería de precisión, lo cual ha permitido golpear de manera simultánea las actividades ilícitas del Clan del Golfo y el ELN, debilitando su capacidad logística y financiera.
En tierra, las unidades del Ejército han desactivado minas antipersona y han destruido infraestructuras ilegales. La Armada ha reforzado el control fluvial con botes de combate, asegurando que los ríos no sirvan como rutas para las economías ilícitas.
En el aire, la Fuerza Aeroespacial Colombiana ha empleado tecnología de punta, con drones y aeronaves de superioridad aérea, para monitorear las zonas de difícil acceso, donde los grupos armados han querido establecer campamentos y laboratorios clandestinos.
Según el parte entregado por el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, “estamos recuperando paulatinamente la movilidad en el sur de Bolívar». Estos ataques del ELN con drones, dijo el funcionario, “intentan desabastecer y aislar a la población, para avanzar en su avaricia criminal de control ilegal de la minería». Aun así, las Fuerzas Militares han retomado el control de corredores estratégicos en municipios como Santa Rosa del Sur, Montecristo, Morales, Achí y Norosí.
La minería ilegal ha obligado a intensificar operaciones contra esta actividad, destruyendo maquinaria pesada utilizada por los terroristas.
El narcotráfico, otro pilar de las economías ilícitas, también ha sido objetivo prioritario. En varios municipios del departamento las Fuerzas Militares y la Policía han desmantelado laboratorios de clorhidrato de cocaína, insumos sólidos y líquidos que son empleados como precursores químicos para la creación del alcaloide.
La ofensiva ha permitido identificar 56 bienes inmuebles pertenecientes a integrantes de grupos criminales y, en coordinación con la Fiscalía, se adelantan los procesos de extinción de dominio que corresponden. Además, se cuenta en terreno con cerca de 70 investigadores judiciales para adelantar procesos penales contra el ELN y el Clan del Golfo.
Las Fuerzas Militares también han venido desarrollando de manera simultánea un trabajo estratégico de acción integral, donde más de 60.000 personas de la región han sido beneficiadas con jornadas de apoyo al desarrollo y programas de asistencia humanitaria.
Más de 14 toneladas de ayuda humanitaria han sido entregadas en el Sur de Bolívar, y 152 actividades de sensibilización con la comunidad han fomentado la desmovilización, el sometimiento voluntario, la prevención del reclutamiento forzado y la contribución a la gobernabilidad y seguridad humana.
Este esfuerzo mancomunado ha dejado afectaciones al personal uniformado, con 27 heridos y dos asesinados, víctimas de cobardes ataques perpetrados por dichas estructuras ilegales.
“Atacar a la población civil es un acto cobarde y una violación flagrante del Derecho Internacional Humanitario. Frente a ello, además de desplegar todas las capacidades necesarias de la Fuerza Pública para neutralizar la amenaza, condenamos con firmeza este atentado y advertimos: quienes usan explosivos para intimidar y presionar a las comunidades no son rebeldes, son terroristas», sentenció el ministro de Defensa.
Fuente: Con información del Comando General de las Fuerzas Militares