La iniciativa busca otorgar beneficios y promover la equidad de género a través de la creación del Registro Poblacional de la Mujer Minera
Las mujeres mineras en Colombia son trabajadoras que ocupan roles cada vez más diversos en el sector, desde la minería artesanal y de pequeña escala hasta cargos de liderazgo y gerencia en grandes empresas. A pesar de los desafíos como la inequidad de género y la violencia en el sector de la minería ilegal, existen iniciativas para promover la participación femenina, reconocer sus contribuciones y proteger sus derechos a través de políticas con enfoque de género y organizaciones como la Asociación Colombiana de Minería (ACM).
La industria minera es un motor para el desarrollo de territorios y un gran generador de puestos de trabajo. El Gobierno nacional está creando políticas de equidad de género con base en iniciativas internacionales como los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Pacto Global de las Naciones Unidas
El sector minero tiene la posibilidad de producir impactos reales en la equidad de género a través de la eliminación de barreras, brechas y situaciones de violencia y discriminación, tanto en el campo operativo como en los espacios de toma de decisión de las empresas.
Hoy podemos ver mujeres en las operaciones mineras, tanto a cielo abierto como subterráneas, venciendo los mitos sobre la presencia de la mujer en una mina. Un mayor número de mujeres desempeña roles atribuidos únicamente a los hombres, como la conducción de maquinaria pesada para excavación y remoción de escombros y el liderazgo de equipos de salvamento, entre otros.
Proyecto
La Comisión Quinta del Senado de la República dio un paso significativo hacia la equidad de género en el sector extractivo, al aprobar un proyecto de ley que tiene como objetivo central dignificar y ofrecer beneficios concretos a las mujeres que desarrollan actividades mineras en Colombia.
El eje fundamental del proyecto, que pasa a segundo debate a la plenaria de Senado, es la creación del Registro Poblacional de la Mujer Minera Colombiana, una herramienta que permitirá al Estado visibilizar, a menudo informal y poco reconocido, en la cadena productiva minera.
Además, establece formular políticas públicas diferenciales que respondan a sus necesidades específicas y faciliten acceso a programas de formalización minera, seguridad social, apoyo técnico, y líneas de crédito especiales.
A juicio de los senadores de dicha comisión, es competente para avanzar y alcanzar la justicia social y económica en el sector, reconociendo el liderazgo y el esfuerzo de miles de mujeres que dependen de esta actividad.
Pero a pesar de que la mujer ha ganado espacios en el sector minero, aún no hay un equilibrio entre mujeres y hombres en la industria. La mujer representa –según cifras oficiales–, solo el 9 por ciento de la fuerza de trabajo directa y su participación en cargos de decisión es tan solo del 7 por ciento.
Muchas empresas están creando programas de cero tolerancia hacia actitudes discriminatorias e implementando políticas que promueven la participación efectiva y la igualdad de oportunidades. El resultado: mejores ambientes de trabajo, más compromiso de los trabajadores y mayor aceptación en las comunidades de influencia.
