La OPA hostil de BBVA sobre Banco Sabadell entra en sus últimos días con una aceptación aún por decidir. BBVA ha mejorado su propuesta inicial un 10%, pero la operación dependerá tanto del precio como del nivel de adhesión.
Si BBVA logra más del 51% del capital asumirá el control; por debajo del 30% abandonará la oferta. El escenario más difuso es el intermedio, entre el 30% y el 50%, del que el mercado no tiene una lectura clara. “Los institucionales parecen algo más dispuestos a aceptar la oferta, pero los minoritarios —que pueden actuar más por factores emocionales— representan una porción significativa del capital de Sabadell y su decisión es poco visible”, señala Jordi Bellobí.
El precio es un factor clave. Según Bellobí, la oferta valora a Sabadell en 1,12 veces su patrimonio neto, frente a alrededor de 1,20 en Santander y 1,57 en BBVA. En transacciones recientes, como la venta de TSB en Reino Unido, se pagó 1,5 veces valor en libros en un mercado cuya media era 1,2, por lo que 1,20 podría haber resultado más atractivo para los accionistas de Sabadell.
Bloomberg sitúa la banca europea en una media de 1,15 veces valor en libros, lo que coloca la propuesta de BBVA en la parte baja de la horquilla. Bellobí añade que Sabadell ha cotizado largamente por debajo del euro, frente a los 3,30 euros actuales, y que su cotización refleja tres elementos: la mejora del negocio en los últimos años, la expectativa de dividendo tras la venta de TSB y el impulso provocado por la propia OPA. “El tiempo ha jugado a favor de Sabadell”, afirma.
Desde el punto de vista estratégico, Bellobí destaca que Sabadell es “la única opción” para que BBVA aumente rápidamente su cartera crediticia en España: la compra elevaría un 65% sus activos crediticios en el país y un 31% sus activos totales, reequilibrando su exposición frente a México y Turquía. El Banco de España recuerda que la concentración del sector ha reducido el número de entidades significativas, un contexto propicio para la consolidación.
No obstante, advierte sobre la coyuntura macroeconómica: en caso de recesión, el negocio bancario se resentiría con fuerza. Hoy, las acciones de Sabadell y BBVA atraviesan un buen momento bursátil, lo que puede distorsionar la percepción de su valor intrínseco.
Las subidas desde el anuncio de la OPA —más del 80% en Sabadell y un 200% desde 2021— generan plusvalías relevantes con implicaciones fiscales. Bellobí puntualiza que la neutralidad fiscal por superar el 51% no es decisiva, pero sí relevante; la segunda oferta elimina el pago de un importe líquido.
En materia social y laboral, la normativa obliga a mantener las condiciones actuales durante tres años, aunque Bellobí considera inevitable una racionalización de costes a medio plazo: “La integración aportará valor si se hace con cabeza y se protege el talento. El cliente busca solvencia y servicio, más que oficinas físicas”.
Si la operación fracasa, lo más probable es que las cotizaciones de ambas entidades, incluida BBVA, se resientan. Respecto a qué hacer, Bellobí apuesta por la prudencia: la oferta no parece excesivamente generosa, pero tampoco despreciable, por lo que muchos minoritarios podrían esperar hasta el último día para decidir.