Madrid, 2 jul (Efeverde).- Más allá del ser el primero de grandes magnitudes que se produce este verano, el incendio de Segarra, en Lleida, ha puesto el foco sobre los incendios de sexta generación o megaincendios, aquellos que se caracterizan por ser mucho más rápidos, intensos e impredecible que los tradicionales.
El incendio de Lleida, que ha ocasionado la muerte de dos personas y ha dejado, hasta el momento, 5.000 hectáreas quemadas, ha sido especialmente violento y rápido y ha alcanzado una velocidad punta de 28 kilómetros por hora, una de las más altas registradas en Europa.
Este fuego se ha clasificado como de sexta generación o megaincendios, que son aquellos que se caracterizan «por ser mucho más rápidos, intensos e impredecibles que los incendios tradicionales», según explica a Efeverde el coordinador del comité especializado en incendios forestales de la Asociación española de Sociedades de Protección contra Incendios (Tecnifuego), Ramón María Bosch.
Se trata de fenómenos «de alta complejidad, con gran potencial destructivo», un «comportamiento errático» y que pueden generar «fenómenos meteorológicos propios, como tormentas de fuego o nubes pirocumuloninbus», que son aquellas que se forman por encima de las columnas de humo gracias principalmente al aporte de humedad y energía que se produce en un incendio forestal.
Múltiples focos al mismo tiempo
Además, una de sus mayores características es la simultaneidad, es decir, la aparición y propagación de múltiples focos activos al mismo tiempo en áreas extensas, a la vez que se suelen producir focos secundarios que pueden generarse a kilómetros de distancia debido a la propagación de brasas transportadas por el viento.
Esto hace que la gestión de la emergencia sea mucho más compleja y pueda superar la capacidad de respuesta e los servicios de extinción, a la vez que aumenta el riesgo para las personas y bienes.
Frente a las anteriores generaciones de fuegos forestales, Bosch señala que estos megaincendios reflejan «un fenómeno más extremo, condicionado por factores climáticos como el calentamiento global, las olas de calor frecuentes y las sequías, pero también por cambios sociales y territoriales, como el abandono rural y la falta de gestión activa del monte».
En esta línea, WWF asegura que la escalada de esta tipología de nuevos incendios forestales se debe, en gran medida, a la crisis climática, ya que las intensas olas de calor y las sequías producen un déficit hídrico en el suelo y la vegetación, lo cual unido a la gran acumulación de biomasa en los bosques, hace que la situación «sea cada vez más compleja».
¿Cómo se combaten?
Con características distintas a las generaciones de fuegos anteriores, su combate requiere «un enfoque más sofisticado y multidisciplinar que el tradicional», en palabras de Bosch.
El experto asegura que, en muchos casos, estos incendios son tan intensos y rápidos que no pueden ser apagados directamente hasta que las condiciones meteorológicas mejoran, por lo que se trabaja en contenerlos mediante cortafuegos, gestión de perímetros y protección de la población.
Además, pese a que las brigadas y los medios de extinción continúan siendo esenciales, Bosch también apunta al uso de tecnología avanzada para la detección y predicción del comportamiento del fuego y a la capacidad de evacuación rápida como claves para combatirlos.
La prevención, esencial contra los fuegos de sexta generación
No obstante, desde Tecnifuego consideran que la prevención es la herramienta más efectiva para luchar contra esta nueva generación de incendios.
Una prevención que debería abordarse en tres niveles: mediante la planificación del paisaje, adaptando las viviendas e infraestructuras y formando y concienciando a la ciudadanía para que sepan cómo actuar ante un incendio.
«Esta prevención debe abordarse de manera integral, combinando aspectos técnicos, sociales y culturales, ya que solo así se puede reducir eficazmente el riesgo y minimizar el impacto de estos incendios», señala Bosch.
La entrada Rápidos, intensos e impredecibles: así son los incendios de sexta generación como el de Lleida se publicó primero en EFEverde.