Saber cómo impacta la masificación turística en la biodiversidad de los espacios naturales protegidos es fundamental para poder tomar medidas que permitan seguir disfrutando de la naturaleza y generar economía sin causar daños en los ecosistemas y en la fauna y flora que los habitan.
Por ello, el proyecto Flow4Bio–Bosques Fluidos para la Biodiversidad y las Personas, analiza cómo está afectando la afluencia masiva de visitantes en diez espacios naturales protegidos de Asturias, Aragón, Comunidad, Valencia, Canarias, Baleares y Cataluña.
Cámaras y participación social
Para evaluar los impactos del turismo en la biodiversidad, están tomando imágenes a través de cámaras de fototrampeo (se activan mediante detección de movimiento y de sonido) y realizando encuestas entre los visitantes.
Además, organizan mesas de participación social con diferentes actores y partes interesadas, como la sociedad civil, empresas, administraciones o personal que gestionan estos espacios, para escuchar sus aportaciones.
Con esa información, propondrán medidas para que se integren en los planos de uso de los espacios naturales y unificar así la gestión de aquellos que presentan una alta frecuentación humana.
El fin último del proyecto, en el que colaboran Fundació Emys, SEO/BirdLife, el Centro Tecnológico Forestal de Cataluña y Fundació Trenca, es impulsar un modelo de turismo sostenible en entornos naturales, especialmente en zonas rurales que enfrentan importantes desafíos demográficos.
Conciliar turismo y conservación
Se trata de encontrar la forma de compatibilizar el desarrollo económico ligado al turismo con la conservación de la biodiversidad, mejorando la gestión de espacios protegidos ante el creciente aumento de visitantes.
El estudio se inició el año pasado en Cataluña y, en base a los aprendizajes obtenidos, se replicará espacios de otras cinco comunidades autónomas que comparten características clave como la gran importancia del turismo en sus economías y problemáticas demográficas asociadas al entorno rural.
Los nuevos territorios donde se implementará Flow4Bio son: Parque Natural de Posets-Maladeta y el Paisaje Protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel, en Aragón, el Parque Natural de Somiedo y Parque Natural de Redes (Asturias), Parque Natural de Peñagolosa y Parque Natural de la Sierra Calderona (Comunidad Valenciana), Parque Natural de la Península de Levante y el espacio Red Natura 2000 de Cabo de Cala Figuera, en Calvià (Baleares) y Parque Nacional de Garajonay y Parque Rural de Anaga (Canarias).
El proyecto piloto llevado a cabo en Cataluña, bajo el liderazgo de Fundación Emys, permite a Flow4Bio contar con experiencia previa de acciones, propuestas y metodologías de seguimiento del impacto ya testadas para poder presentarlas a un Parque Nacional o un espacio protegido.
En su primera fase, se centró en cuatro espacios naturales catalanes: el Parque Natural de Els Ports (Tarragona), el Parque Natural del Montseny (Barcelona y Girona), el Espacio Natural Protegido de la Alta Garrotxa (Girona) y la Reserva Nacional de Caza de Boumort (Lleida).
Estas zonas sirvieron como laboratorios vivos para estudiar el impacto del turismo sobre la avifauna y otros valores naturales, especialmente en un contexto marcado por la intensificación del uso recreativo de los espacios naturales tras la pandemia de la covid. EFEverde
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