Bruselas/Madrid, 24 oct (EFEverde).- La Ley de Vigilancia del Suelo de la UE, aprobada por el Parlamento Europeo, marcará un antes y un después en la protección ambiental del continente, al tratarse de la primera legislación europea dedicada a garantizar suelos sanos para 2050, un objetivo clave para la seguridad alimentaria, la mitigación del cambio climático y la conservación de los ecosistemas.
Un marco común para la salud del suelo
El nuevo reglamento obligará a los Estados miembros a monitorear la salud de sus suelos de forma sistemática, recopilar datos y establecer estrategias para mejorar su resiliencia. Según estimaciones de la Comisión Europea, entre el 60 % y el 70 % de los suelos del continente se encuentran actualmente degradados, lo que amenaza la producción agrícola, la calidad del agua y la capacidad de capturar carbono.
La ley no impone sanciones directas a los agricultores ni nuevas obligaciones legales sobre el uso de la tierra, pero sí exige que los Estados miembros apoyen activamente a los propietarios y gestores de suelos mediante formación, asesoramiento técnico e incentivos a la adopción de prácticas agrícolas regenerativas.
Un paso decisivo hacia 2050
El objetivo de la Ley de Vigilancia del Suelo es lograr que todos los suelos europeos estén en buen estado para mediados de siglo. El texto, que entrará en vigor 20 días después de su publicación en el Diario Oficial de la UE —previsiblemente a finales de noviembre de 2025—, deberá transponerse a las legislaciones nacionales en un plazo de entre 24 y 36 meses.
Esta iniciativa forma parte del Pacto Verde Europeo y del Plan de Acción de Contaminación Cero, pilares fundamentales para alcanzar la neutralidad climática y restaurar la naturaleza en la próxima década.
Save Soil celebra el avance europeo
La organización Save Soil, respaldada por el PNUMA, la FAO y la UICN, participó en las consultas públicas del proceso legislativo y ha celebrado la aprobación como “un paso vital para salvaguardar los suelos, los sistemas alimentarios y la resiliencia climática de Europa”.
Praveena Sridhar, directora técnica de Save Soil, declaró que “unos suelos sanos son la base de nuestros sistemas alimentarios y de nuestra capacidad para adaptarnos al cambio climático”.
Añadió que la ley “refuerza el papel del suelo como infraestructura esencial, equiparable al agua o la energía, y ofrece una oportunidad para colocar su salud en el centro de las políticas europeas”.
Save Soil es un movimiento global impulsado por Conscious Planet que busca frenar la degradación del suelo mediante políticas públicas, educación y proyectos regenerativos. La iniciativa apoya a más de 250.000 agricultores en la transición hacia prácticas sostenibles como la agroforestería y cuenta con el respaldo de la ONU, la FAO, la UICN y el Programa Mundial de Alimentos.
Suelos enfermos, un riesgo global
El deterioro de los suelos europeos tiene múltiples causas: intensificación agrícola, contaminación, urbanización y efectos del cambio climático. La erosión, la pérdida de materia orgánica y la compactación reducen la fertilidad y aumentan el riesgo de desertificación, especialmente en regiones mediterráneas como España o Italia.
La Comisión Europea calcula que la degradación del suelo cuesta a la economía europea más de 50.000 millones de euros al año, entre pérdidas agrícolas, daños por inundaciones y pérdida de biodiversidad.
Apoyo a los agricultores y ciencia ciudadana
El texto aprobado subraya la necesidad de acompañar a los agricultores en la transición hacia sistemas más sostenibles. Los Estados miembros deberán promover asesoramiento independiente, programas de capacitación e investigación aplicada, además de campañas de sensibilización sobre la importancia del suelo vivo.
El Parlamento Europeo ha destacado también la relevancia de mejorar la información pública sobre el estado de los suelos y fomentar la ciencia ciudadana como herramienta para recopilar datos y aumentar la conciencia ambiental.
Una carencia: la financiación
Pese a su ambición, la ley no incluye todavía un marco financiero específico para su aplicación. Save Soil y otras organizaciones reclaman que se destinen fondos europeos a compensar a los agricultores que adopten prácticas regenerativas y a reforzar la investigación sobre conservación del suelo.
De cara a la COP30, que se celebrará en Brasil en 2026, Save Soil pedirá que la salud del suelo se integre en las estrategias climáticas nacionales como eje de adaptación y mitigación.
Un modelo para el mundo
La aprobación de la Ley de Vigilancia del Suelo convierte a la UE en la primera región del planeta con una legislación integral sobre la salud del suelo. Save Soil insta a los demás países a seguir este ejemplo, integrando la restauración del suelo en sus políticas climáticas y agrícolas.
“Un suelo sano puede conservar hasta el 95 % del rendimiento agrícola durante las sequías y almacenar cientos de miles de litros de agua por hectárea”, recordó Sridhar.
“Si protegemos el suelo, protegemos la vida”, concluyó. EFEverde
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