• 07/11/2025 19:59

El Fondo Bosques Tropicales para Siempre, la gran apuesta de Brasil en la COP30 que ya suma 5.500 millones

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Mari Navas

Madrid.- Es una de las grandes apuestas e iniciativas de la presidencia brasileña de la COP30, que se celebra en Belém: un nuevo fondo para remunerar a los países que protegen sus bosques tropicales. Conocido como el Fondo Bosques Tropicales para Siempre (FTTT, por sus siglas en inglés), el presidente del país, Inácio Lula da Silva, lo lanzó oficialmente este jueves y, en menos de un día, ya ha alcanzado promesas de inversión de 5.500 millones de dólares (casi 4.800 millones de euros).

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La apuesta de Brasil por esta iniciativa no es nueva. El fondo llevaba en boca del Gobierno del país desde la COP28, en noviembre de 2023, y había sido mencionada en más de una ocasión por su presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, quien este mismo jueves ha defendido que la iniciativa era la mejor manera de «salir de la era de la donación» y pasar a la inversión.

¿Qué es este fondo?

Según la nota conceptual actualizada del proyecto, el Fondo Bosques Tropicales para Siempre (TFFF), concebido por Brasil junto con otros diez países, es una iniciativa destinada a movilizar financiamiento sustancial y permanente, tanto público como privado, para apoyar a los países con bosques tropicales y subtropicales en su conservación y restauración.

La iniciativa busca conservar más de mil millones de hectáreas de selva mediante la inversión de hasta 125.000 millones de dólares en mercados financieros, cuyos rendimientos se repartirán entre los países que las preserven.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva (c), habla durante el lanzamiento del Fondo Bosques Tropicales para Siempre (TFFF) en la cumbre de líderes de la COP30 este jueves, en Belém (Brasil). EFE/ André Coelho

Concretamente, Brasil espera que las naciones inviertan 25.000 millones de dólares durante los primeros años del fondo, con los que se esperan conseguir otros 100.000 millones de capital sénior del sector privado.

Los gobiernos, por lo tanto, aceptarán el papel de capital júnior, lo que supone que, si algo sale mal, absorben primero las pérdidas, mientras que los inversionistas privados asumirán menos riesgo, ya que serán los que tengan prioridad para recuperar su dinero. Así, la iniciativa espera atraer al sector privado.

Esta base de capital se invertirá en un portafolio diversificado de bonos a larga duración y alta calificación teniendo en cuenta criterios de sostenibilidad y los ingresos generados se utilizarán para ayudar a los países con bosques tropicales.

Generar unos 4.000 millones de dólares anuales

Los responsables prevén que el mecanismo genere unos 4.000 millones de dólares anuales para la conservación del medio ambiente, lo que representa casi el triplicar el volumen invertido a nivel mundial en la protección de los bosques tropicales.

Se trata de un fondo fiduciario, como podría ser el Fondo Verde para el Clima, en el que los gobiernos y el sector privado son los aportantes, mientras que el Banco Mundial actúa como fiduciario y los países con este tipo de bosques son los beneficiarios finales.

El Gobierno brasileño estima que cada país beneficiario podrá recibir hasta cuatro dólares por hectárea preservada de bosque y que un 20 % de lo que llegue a cada país se destine a pagos a los pueblos indígenas y comunidades locales.

Imagen de archivo de unos niños jugando en la selva amazónica. EFE/ Antonio Lacerda

En total, se realizarán pagos anuales «significativos» a hasta 74 naciones en desarrollo que en su conjunto representan más de mil millones de hectáreas de bosque. 

Para garantizar que se cumple con el objetivo, el FTTT prevé hacer uso de los sistemas de monitoreo satelital que controlan la cobertura forestal, la deforestación y la degradación, para asegurar los estándares de transparencia y calidad. Así, los países que se adhieran deberán presentar al fondo informes anuales que muestren la conservación.

Estos, en cambio, tendrán autonomía para definir el destino final de los recursos.

Brasil, a la cabeza de esta propuesta

Brasil cuenta con la mayor parte del mayor bosque tropical del mundo, la Amazonia, y ha querido darle un papel protagonista. Tanto, que ha elegido Belém como sede de la COP30.

El país ha estado trabajando en esta propuesta junto con países beneficiarios y que tienen selvas cruciales (Colombia, República Democrática del Congo,Ghana, Indonesia y Malasia) y potenciales donantes (Francia, Alemania, Noruega,Emiratos Árabes Unidos y Reino Unido).

En el primer día de la cumbre de jefes de Estado de la COP30, que se celebra en la ciudad amazónica de Belém, 53 naciones se han adherido a la iniciativa, incluidas México, Panamá, Perú y la Unión Europea.

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Y entre los donantes, Noruega ha anunciado que desembolsará 3.000 millones d dólares si hay aportaciones significativas de otros; mientras que Francia ha prometido 500 millones y Portugal, 100 millones.

Entre los signatarios, figuran 34 países de las cuencas del Amazonas, Congo y Borneo-Mekong, que en conjunto albergan más del 90 % de la cobertura de bosques tropicales y subtropicales en los países en desarrollo.

Las organizaciones ecologistas lo celebran

Organizaciones ecologistas como WWF y Greenpeace han celebrado la puesta en marcha de este fondo. En un comunicado, la primera ONG ha felicitado a Brasil «por su liderazgo visionario», al suponer «un hito histórico en la protección de los bosques y en el financiamiento climático global».

«El TFFF es también un legado definitivo de la COP de Belém: un esfuerzo colectivo que une la responsabilidad de los gobiernos, el papel esencial de las comunidades locales y la fuerza del sector financiero en torno a un objetivo común», han asegurado desde WWF, que espera que este fondo cambie «para siempre» la manera en la que el mundo financia la conservación.

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Por su parte, Greenpeace ha reconocido en declaraciones remitidas a los medios que la puesta en marcha de este fondo «es un paso adelante para acabar con la deforestación», aunque asegura que todavía quedan «lagunas para que se convierta en un instrumento financiero creíble para la protección de los bosques tropicales de alta integridad».

«El mecanismo puede y debe mejorarse para subsanar algunas de sus deficiencias, pero es un paso en la dirección correcta, ya que valora los bosques existentes y garantiza el acceso directo a los recursos a los pueblos indígenas y las comunidades locales», ha asegurado la directora ejecutiva de Greenpeace Brasil, Carolina Pasquali.

La importancia de los bosques tropicales

Además de limpiar la atmósfera y albergar ecosistemas que de otra forma no existirían, los bosques tropicales almacenan grandes cantidades de CO2.

Según el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), los bosques tropicales son vitales para mitigar el cambio climático, ya que actúan como sumideros de carbono. No obstante, entre 1990 y 2020 se perdieron más de 420 millones de hectáreas debido a la deforestación, lo que amenaza «la biodiversidad, los servicios ambientales, los medios de subsistencia de las comunidades forestales y la resiliencia ante las crisis climáticas».


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Artículo de Mari Navas publicado en https://efeverde.com/el-fondo-bosques-tropicales-para-siempre-la-gran-apuesta-de-brasil-en-la-cop30-que-ya-suma-5-500-millones/