Madrid, 4 sep (EFEverde).– El cambio climático hizo 40 veces más probables las condiciones extremas de calor, sequedad y viento que alimentaron los devastadores incendios de este verano en España y Portugal, según un estudio de atribución rápida de la red científica World Weather Attribution (WWA).
Los fuegos, que dejaron ocho víctimas mortales, arrasaron más de 640.000 hectáreas en ambos países, dos tercios del área total calcinada en Europa en 2025. El informe advierte de la urgencia de reducir combustibles fósiles y reforzar la gestión de la vegetación abandonada.
Los investigadores concluyen que las olas de calor y la sequía han intensificado la propagación de incendios en la Península Ibérica, donde las altas temperaturas superaron los 40 ºC durante diez días consecutivos, el episodio más cálido jamás registrado en España.
Los datos sugieren que, en el clima actual, que se ha calentado 1,3 °C desde la era preindustrial, se espera que las condiciones extremas que agravaron los recientes incendios forestales se produzcan aproximadamente una vez cada 15 años. En comparación con un clima 1,3 °C más frío, esto supone un aumento de la probabilidad de aproximadamente un factor de 40 y un aumento de la intensidad de las condiciones meteorológicas propicias para los incendios de aproximadamente un 30 %.
Condiciones extremas y abandono rural
El trabajo de World Weather Attribution (WWA) apunta que las condiciones favorables al fuego son hoy un 30 % más intensas y 40 veces más probables que en la era preindustrial, mientras que la ola de calor fue 200 veces más probable y 3 ºC más cálida.
Además, el abandono rural y el paso masivo a las ciudades han favorecido la acumulación de vegetación en bosques y cultivos, aumentando el combustible disponible para las llamas.
Impacto humano y ambiental
Los incendios obligaron a decenas de miles de evacuaciones, cerraron tramos de rutas turísticas como el Camino de Santiago y enviaron humo tóxico hasta Francia, Reino Unido y Escandinavia. Ante la magnitud de la crisis, España solicitó por primera vez refuerzos internacionales a través del Mecanismo Europeo de Protección Civil, en lo que se describió como el mayor despliegue de bomberos coordinado por la UE.
“Estamos viendo incendios que generan su propio viento y se comportan de forma impredecible”, advirtió Theodore Keeping, investigador del Imperial College de Londres.
Adaptación y prevención insuficientes
Como medidas de prevención el trabajo científico recomienda la realización de quemas controladas, desbroce mecánico y el regreso del pastoreo tradicional durante todo el año para reducir la biomasa inflamable que alimenta los megaincendios.
“España está siendo duramente golpeada por el cambio climático. Estos enormes incendios se producen tras las devastadoras inundaciones en Valencia y otro verano de calor implacable por encima de los 40 °C.
Los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes, pero las muertes y los daños se pueden prevenir. Todos los niveles del gobierno deben trabajar juntos para adaptarse al cambio climático. En cuanto a los incendios forestales, existe una necesidad urgente de controlar la vegetación en las zonas rurales, en particular en las tierras que han sido abandonadas por los agricultores y pastores, alerta la climatóloga Friederike Otto, también del Imperial College.
Pese a la reducción de igniciones en Portugal, la acumulación de combustible y las condiciones meteorológicas extremas mantienen alto el riesgo, según Ricardo Trigo, profesor de la Universidad de Lisboa.
Resiliencia social
Cruz Roja española. La organización trabaja en reforestación, restauración de ecosistemas y campañas de concienciación en comunidades vulnerables, subrayando la necesidad de reducir emisiones y fortalecer la resiliencia social.
Cruz Roja portuguesa. Además de apoyar a los equipos de extinción con espacios de descanso y alimentación, ayuda a familias que han perdido medios de vida por los incendios, destacó Marta Neves, su responsable de acción climática.
Por otra parte, la acumulación de combustible y las condiciones meteorológicas extremas mantienen elevado el peligro de incendios, especialmente en zonas montañosas del norte y Galicia, apuntó Ricardo Trigo, de la Universidad de Lisboa.
Dimensión científica y económica
“Cada fracción de grado adicional aumenta el riesgo de incendios gigantescos como los vistos este verano. La única vía es reducir emisiones con rapidez”, subrayó David García, profesor titular del Departamento de Matemáticas Aplicadas e Ingeniería Aeroespacial de la Universidad de Alicante.
Además, el despliegue masivo de recursos de extinción, junto con las pérdidas humanas y ambientales, muestra que el precio de la inacción climática es cada vez más alto en el sur de Europa.
Para los autores del trabajo, los incendios en España y Portugal son un recordatorio de que 1,3 ºC de calentamiento global ya resultan peligrosos. Sin abandonar los combustibles fósiles con urgencia. Europa podría enfrentar incendios catastróficos bajo un escenario de 3 ºC, enfatizan. EFEverde
La entrada El cambio climático intensificó las condiciones meteorológicas que impulsaron los incendios forestales en la península ibérica. se publicó primero en EFEverde.