Huelva, 20 nov (EFE).- Doñana está viviendo este año una situación extraordinaria para la avifauna acuática, debido a la inundación de amplias zonas del humedal por las lluvias, si bien el estado del acuífero, la calidad del agua y numerosas amenazas externas siguen comprometiendo gravemente el futuro del espacio natural.
Según los datos aportados por el equipo gestor del Espacio Natural de Doñana, presentados en la Comisión de Trabajo de Biodiversidad del Consejo de Participación celebrada el pasado 13 de noviembre y hechos públicos por SEO/BirdLife este jueves en un comunicado, ha sido un año especialmente favorable para la reproducción de las aves acuáticas.
Atendiendo a la serie histórica sobre la evolución de las poblaciones de aves acuáticas (2004-2025) elaborada por el equipo de seguimiento de la EBD-CSIC, la gaviota picofina, con 1.430 parejas y el morito común, con 11.832 parejas, alcanzarían máximos históricos.
Respecto a las especies amenazadas destaca el máximo histórico de la cerceta pardilla (176 parejas), por lo que continúa mejorando la situación de este pato ‘en peligro crítico’ según el Libro Rojo de las Aves de España, lo que demuestra los buenos resultados de las actuaciones incluidas en el proyecto Life Cerceta Pardilla, que cuenta con la participación de SEO/BirdLife.
Con 59 parejas censadas, también ha sido un año propicio para la focha moruna, una especie recientemente declarada «en situación crítica» en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. La garcilla cangrejera, con 460 parejas, también ha alcanzado su máximo histórico.
En opinión de Carlos Davila, responsable de la oficina de SEO/BirdLife en Doñana, «estos datos demuestran la capacidad de resiliencia de las poblaciones de aves acuáticas del humedal cuando presenta un buen estado de inundación, incluso en un contexto de grave deterioro de sus condiciones ecológicas».
Hidrología
El buen momento de la avifauna acuática se explica por las lluvias registradas en el año hidrológico 2024/25, que con 671 mm ha sido el primer año húmedo desde 2010/11, un aporte que permitió mantener zonas de la marisma inundadas hasta el verano, aunque estas lluvias no compensan la situación estructural de un humedal mediterráneo gravemente amenazado por los efectos del cambio climático.
Según el último informe sobre el estado de los acuíferos presentado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir durante la Comisión de Aguas, tres de las cinco masas de agua subterránea que alimentan los ecosistemas de Doñana no alcanzan el buen estado cuantitativo, afectadas por la sobreexplotación que genera la intensificación agrícola en el entorno del espacio protegido y comprometiendo el estado de los ecosistemas terrestres.
A estos problemas se suma la contaminación por nitratos de origen agrícola y la insuficiente depuración de aguas residuales, que continúan degradando la calidad del agua del espacio natural.
Ante esta situación, la organización ha solicitado acelerar las medidas de restauración hidrológica programadas en el Marco de Actuaciones para Doñana presentado por el Ministerio para la
Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco). A la Junta de Andalucía le reclama que actúe urgentemente sobre el retraso en la implementación de las actuaciones incluidas en el Plan
Especial de Ordenación de Regadíos al norte de la corona forestal de Doñana.
En opinión de SEO/BirdLife, el éxito reproductor de 2025 «nos muestra el potencial de Doñana, pero también que depende totalmente del agua. Si no garantizamos su disponibilidad y calidad, y si no frenamos las amenazas externas, este pequeño milagro será un espejismo. Doñana necesita una recuperación real y duradera».
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