• 03/10/2025 05:39

De California a Cali: Una llamada para restaurar y proteger las Tierras Ancestrales. Por Yatch Bamford, Presidente de la Nación Pit River

Tiempo estimado de lectura: 6 minutos

El Mes de la Herencia de los Nativos Americanos es un momento significativo para reconocer la verdadera historia de los pueblos indígenas en los Estados Unidos y en todo el continente americano. Este periodo es aún más conmovedor para todas las comunidades indígenas, incluida la Tribu Pit River, ya que nos invita a reflexionar sobre nuestro pasado y a observar nuestras acciones presentes, que definirán nuestro futuro. Este mes también nos llama a considerar cómo podemos trabajar juntos para honrar a quienes nos precedieron y a quienes vendrán después, protegiendo paisajes que han nutrido la vida, la cultura y la comunidad durante innumerables generaciones.

Un lugar de este tipo es Sáttítla, la tierra ancestral de la Tribu Pit River y otras naciones tribales en el noreste de California. Sáttítla no es solo tierra; es una conexión viva con el pasado y un recurso vital para el futuro. Situada en los bosques nacionales de Shasta-Trinity, Klamath y Modoc, esta región proporciona millones de galones de agua fresca que fluyen hacia el río Sacramento y, eventualmente, hacia los afluentes que alimentan la Bahía de San Francisco. La salud de este ecosistema no solo sostiene a la fauna y flora que habitan allí, sino también a las comunidades y tierras agrícolas aguas abajo en California que dependen de este recurso hídrico.

Durante generaciones, la Tribu Pit River ha luchado por proteger Sáttítla de la amenaza constante del desarrollo industrial energético, que pone en peligro tanto nuestro patrimonio cultural como el delicado equilibrio natural que allí existe. Estas tierras albergan sitios ceremoniales sagrados, lugares que forman parte esencial de nuestra identidad. Hemos trabajado en colaboración con comunidades locales, el Servicio Forestal de los Estados Unidos y funcionarios electos para salvaguardar esta área de proyectos dañinos, como el desarrollo geotérmico, que devastaría tanto nuestros hitos culturales como los recursos naturales de los que depende California.

Sáttítla, al igual que otras tierras de importancia indígena en California y en nuestro país, tiene historias que trascienden las fronteras modernas: historias de cuidado, conexión y responsabilidad ambiental por parte de los pueblos indígenas que han vivido aquí durante milenios. Tuve la oportunidad de experimentar esta conexión cuando nuestra tribu y otras comunidades nativas asistimos a Cali, Colombia, para la Cumbre de Biodiversidad COP16 el mes pasado. Nuestro llamado para designar Sáttítla y otros dos monumentos nacionales propuestos en California recibió un apoyo profundo de comunidades indígenas de todo el mundo, quienes se identificaron profundamente con nuestras causas, arrojando la atención y el enfoque necesarios en nuestros esfuerzos colectivos en el escenario internacional.

El llamado para proteger Sáttítla es increíblemente popular en California, donde existe una coalición diversa de seguidores en todo el estado, incluidos líderes tribales, residentes locales, conservacionistas, funcionarios electos y empresas. Este amplio apoyo refleja un reconocimiento unificado de la importancia cultural, ecológica y económica de estas tierras. Proteger estos paisajes es una prioridad que trasciende las diferencias políticas, sirviendo como un testimonio de nuestra responsabilidad colectiva de salvaguardar el patrimonio natural de California para las generaciones futuras.

También hemos visto un abrumador apoyo bipartidista por parte de la legislatura de California, que recientemente aprobó la Resolución Conjunta del Senado 17, pidiendo la protección de Sáttítla. Esto demuestra que el valor de estas tierras trasciende las líneas políticas y es algo en lo que todos podemos estar de acuerdo. Con un apoyo tan amplio en todo el estado, ahora es el momento para que el presidente Biden tome medidas decisivas y designe a Sáttítla como un Monumento Nacional.

Aunque las amenazas a Sáttítla son inmediatas, también lo son las oportunidades para protegerla. Hagamos de este Mes Nacional de la Herencia de los Nativos Americanos un punto de inflexión: un momento en el que pasemos del reconocimiento a la acción concreta para restaurar y proteger las tierras que han sido sagradas para nosotros durante miles de años. Asegurémonos de que Sáttítla, con toda su belleza e importancia, esté resguardada para las generaciones futuras de californianos, comunidades indígenas y personas de todo el mundo.

Por lo tanto, pedimos que apoyen nuestros esfuerzos y se unan al pueblo Pit River, a personas de todos los sectores en la nación y a nuestros funcionarios electos para instar al presidente Biden a usar la Ley de Antigüedades para designar a Sáttítla como Monumento Nacional. Este es un paso necesario para garantizar la protección de la belleza natural de Sáttítla, la seguridad de sus recursos hídricos y el honor a su historia y al patrimonio cultural de nuestros pueblos indígenas, quienes la han cuidado desde tiempos inmemoriales. Juntos, podemos asegurarnos de que Sáttítla siga siendo un lugar de vida, cultura y resiliencia, protegido para siempre para las generaciones futuras.

Yatch Bamford es presidente de la Nación Pit River

Yatch Bamford nació y se crió en el noreste de California y es ciudadano de la Nación Pit River. Proviene de la Banda Madesi, una de las once bandas autónomas que conforman la Nación Pit River. Tiene un largo historial de servicio a su comunidad tribal como concejal tribal de la Banda Madesi, así como liderar una variedad de proyectos y entidades que forman parte de la Nación. Actualmente Bamford se desempeña como el presidente de la Nación Pit River.

Fotografías: Cedida para uso editorial en blog de CDOverde. Autor: Bob Wick.


 

From California to Cali: A Call to Restore and Protect Native Lands

By Yatch Bamford, Chairman of the Pit River Nation

Cedida para uso editorial en blog de CDOverde. Autor: Bob Wick.
Cedida para uso editorial en blog de CDOverde. Autor: Bob Wick.

Native American Heritage Month is a meaningful time to recognize the true history of Indigenous Peoples across the United States and throughout the Americas. This moment in time makes it even more poignant for all Indigenous communities, including the Pit River Tribe, to reflect on our past and look to our present actions as they will inform our future. This month also calls on us to consider how we can work together to honor those who came before us and those who come after, by protecting landscapes that have nurtured life, culture, and community for countless generations.

One such place is Sáttítla, the ancestral homeland of the Pit River Tribe and other Tribal Nations in northeastern California. Sáttítla is more than just land—it is a living connection to the past and a vital resource for the future. Nestled within the Shasta-Trinity, Klamath, and Modoc National Forests, this region provides millions of gallons of fresh water that flow down into the Sacramento River and eventually into tributaries that feed the San Francisco Bay. The health of this ecosystem sustains not only the wildlife and plant species that call it home, but also the communities and farmlands downstream in California that rely on this water.

For generations, the Pit River Tribe has fought to protect Sáttítla from the constant threat of industrial energy development that endangers both our cultural heritage and the delicate balance of nature that exists here. These lands hold sacred ceremonial sites, places that are part of the very fabric of who we are. We have worked in collaboration with local communities, the U.S. Forest Service, and elected officials to safeguard this area from harmful projects like geothermal development, which would devastate both our cultural landmarks and the natural resources that California relies on.

Sáttítla, as well as other lands of Indigenous importance in California and our country, have stories that extend beyond modern borders— stories of stewardship, connection, and care by Indigenous peoples who have lived here for millennia. I was able to experience this connectedness when our tribe and other Native communities went to Cali, Colombia for the COP16 Biodiversity Summit last month. Our call to designate Sáttítla and two other proposed National Monuments in California were met with deep support from other Indigenous communities from across the globe who resonated deeply with our causes, shedding much-needed light and attention to our collective efforts on the international stage.

 

The call to protect Sáttítla is incredibly popular in California as there is a large and diverse coalition of supporters across the state, including tribal leaders, local residents, conservationists, elected officials, and businesses. This widespread support reflects a unified recognition of the land’s cultural, ecological, and economic significance. Protecting these landscapes is a priority that transcends political differences, serving as a testament to our collective responsibility to safeguard California’s natural heritage for future generations.

We’ve also seen overwhelming bipartisan support from the California legislature, which recently passed Senate Joint Resolution 17, calling for the protection of Sáttítla. This shows that the value of these lands transcends political lines and is something we can all agree on. With such widespread support from across the state, now is the time for President Biden to take decisive action and make Sáttítla a National Monument.

While the threats to Sáttítla are immediate, so are the opportunities to protect it. Let’s make this National Native American Heritage Month a turning point — a moment when we move beyond acknowledgment and take real steps toward restoring and protecting the lands that have been sacred to us for thousands of years. Let’s ensure that Sáttítla, with all its beauty and importance, is safeguarded for future generations of Californians, Indigenous communities, and people across the globe.

 

Therefore, we ask that you support our efforts and join the Pit River people, folks from all walks of life across the nation, and our elected officials in urging President Biden to use the Antiquities Act to designate Sáttítla as a National Monument. It is a necessary step toward ensuring the protection of Sáttítla’s natural beauty, safeguarding its water resources, and honoring its history and the cultural heritage of our of Indigenous peoples who have cared for it since time immemorial. Together, we can ensure that Sáttítla remains a place of life, culture, and resilience that is forever protected for future generations.

Yatch Bamford was born and raised in north eastern California and is a citizen of the Pit River Nation.  Hailing from the Madesi Band, which is one of the 11 autonomous Bands that comprise the Pit River Nation.  He has a long history of serving his Tribal community as a former Tribal Council person for his Madesi Band, as well as leading a variety of other projects and entities of the Nation.  Bamford is currently serving the Pit River Nation as their elected Chairman.

 


 

Sobre @CDOverdeArturo Larena director de EFEverde.como modera el coloquio del Foro Última Hora/Valores organizado por el Grupo Serra en Palma de Mallorca

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Artículo de Arturo Larena publicado en https://efeverde.com/de-california-a-cali-un-llamado-para-restaurar-y-proteger-las-tierras-ancestrales-por-yatch-bamford-presidente-de-la-nacion-pit-river/