La reciente actividad eruptiva del Etna, el volcán más activo de Europa, ha provocado espectaculares coladas de lava y una densa nube de ceniza que ha generado problemas en el espacio aéreo, afectando especialmente al aeropuerto internacional de Catania, en la isla italiana de Sicilia.
La salida de magma, junto con explosiones y estallidos, ha generado una nube de ceniza volcánica que ha afectado no solo la visibilidad en las carreteras cercanas, sino también el tráfico aéreo y obligado a desviar hasta 32 vuelos en las últimas 24 horas debido a la acumulación de ceniza en la zona.
Ante la situación, la unidad de crisis del aeropuerto ha cerrado temporalmente parte del espacio aéreo al sureste del volcán, aunque ha autorizado la reapertura parcial de otras áreas clausuradas.
La unidad de crisis del aeropuerto ha cerrado temporalmente el espacio aéreo correspondiente a la situación de la nube de ceniza al sureste del volcán, aunque ha autorizado la reapertura parcial de otros cerrados durante el fin de semana debido a la actividad del Etna. No obstante, no se han impuesto restricciones para las salidas desde el aeropuerto.
A pesar de esta reapertura parcial, las autoridades han solicitado a los pasajeros que «no se dirijan al aeropuerto a menos que hayan verificado con la secadora el estado de su vuelo».
Además, han anunciado que se proporcionarán «actualizaciones en las próximas horas», en función de la evolución de la actividad volcánica.
La presencia de explosiones y la constante emisión de ceniza del Etna mantienen a las autoridades en alerta y siguen causando importantes problemas tanto en el tráfico aéreo como en la circulación por carretera. Varias aerolíneas han tenido que cancelar vuelos nacionales e internacionales, y la situación podría seguir afectando las operaciones en las próximas horas.EFE csv/mr/icn