Hace 5 años, cuando usted nos presentó el Pacto Verde, nos retó a poner la economía al servicio de la transición y a utilizar este mismo como herramienta para un crecimiento sostenible, eficiente y justo.
Al igual que los fundadores de Europa unieron sus fuerzas en torno al acero y al carbón, usted quiso crear un proyecto social europeo en torno a nuestras energías, esta vez renovables.
Prueba de la correlación entre visión política y potencia industrial, los mercados se han subido al carro y las empresas europeas, ayudadas por toda una serie de mecanismos vinculantes e incitativos, han emprendido el camino de la descarbonización y la eficiencia.
Esta visión de Europa, que ustedes iniciaron, hace que hoy seamos una de las grandes potencias mundiales que lideran la carrera hacia la neutralidad en carbono, llevando con nosotros a todos los sectores de actividad y a otros continentes.
En 2021, la economía europea contaba con más de 5,2 millones de empleos verdes, frente a 3,2 millones en el 2000.
Nuestras empresas están en la carrera, ¡no retrocedamos!
Dar marcha atrás -es decir, no dotarse de todos los medios legislativos y financieros para amplificar las decisiones tomadas en el marco del Pacto Verde – sería un grave error por varias razones.
En primer lugar, muchas empresas e industrias han iniciado su transición, por no hablar de todas las empresas y start-ups que han florecido anticipándose a la nueva economía sostenible.
Entre 2020 y 2021, el ecosistema europeo de start-ups de emisiones cero duplicó su valor hasta superar los 100.000 millones de euros.
¿Qué impacto tendría una pausa normativa en estas empresas, que han jugado la partida de la transición?
Más de 550 partes interesadas, empresas, asociaciones y ONG han lanzado recientemente un llamamiento para confirmar el «Pacto Verde».
Entonces, ¿por qué ceder a la llamada de intereses divergentes para hacer una pausa normativa? ¿No sería una admisión de debilidad frente a grupos de presión demasiado poderosos que buscan un status – quo?
Al contrario, hay que recompensar a quienes quieren avanzar y crear una economía más limpia, competitiva y justa.
En segundo lugar, nuestras empresas necesitan hoy verdaderos líderes.
Los mercados y los inversores necesitan visión y visibilidad a largo plazo. El papel de los políticos es proporcionar una dirección hacia la que puedan avanzar todos los agentes económicos y no económicos.
Así es como conseguimos un proyecto de sociedad, tirando todos juntos en la misma dirección. Nuestras industrias se cuestionan ahora sus objetivos a corto y mediano plazo.
Sin estabilidad y un compromiso político firme, se deslocalizarán.
Por estas razones, les pedimos que mantengan el rumbo del Pacto Verde, confirmándolo y completándolo.
Es crucial tomar las decisiones correctas en la coalición, sobre todo porque ahora es posible conciliar nuestros objetivos de competitividad económica, justicia social y transición climática.
Su visión para 2019 fue una elección histórica: sigamos escribiendo juntos la historia.
(*) Firmantes:
Bertrand Piccard, presidente de la Fundación Solar Impulse.
Francois Gemenne, profesor HEC, investigador FNRS Universidad de Lieja y coautor IPCC.
Eric Scotto, director general de Akuo.
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