• 03/10/2025 12:09

Carlos Arias: debemos «cosechar» nutrientes de las aguas residuales para garantizar la alimentación

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Ana Tuñas Matilla
Las aguas residuales van cargadas de nutrientes, como el fósforo, que son usados para fertilizar cultivos y garantizar con ello una producción de alimentos suficiente para alimentar a la creciente población mundial, un objetivo que está en riesgo porque el fósforo que hoy se utiliza se extrae de minas y se calcula que en 40 o 50 años se habrá agotado.

Para Carlos Arias, investigador de la Universidad de Aarhus (Dinamarca), evitarlo pasa por «atrapar y cosechar» nutrientes de las aguas residuales para volver a utilizarlos en la agricultura mediante, por ejemplo, el uso de humedales artificiales, una solución basada en la naturaleza para depurar aguas en la que está considerado como uno de los mayores expertos del mundo.

El agua, ante todo, es una necesidad. Sin agua, la humanidad no puede sobrevivir, ha recordado Arias en una entrevista con EFEverde durante la presentación de los resultados del proyecto cofinanciado con fondos europeos Life Renaturwat, que ha demostrado la eficacia de tratar aguas residuales combinando lodos de potabilizadora con humedales construidos.

Existen dos tipos de agua, la potable o potabilizable, y las residuales, que deben ser tratadas adecuadamente antes de ser devueltas al medio porque no hacerlo, no sólo conlleva degradación ambiental, sino que pone en riesgo la salud de las personas, porque con ellas viajan patógenos que causan enfermedades, ha recordado Arias, cuyo trabajo se centra en sistemas .

Eutrofización, un ejemplo: el Mar Menor

El principal problema ambiental que conlleva la descarga de aguas residuales sin tratar adecuadamente es la eutrofización del medio receptor (río, mar, lagos, etc) porque van cargadas de nutrientes, como fósforo, nitrógeno o potasio, que van a favorecer la presencia de algas que, a su vez, van a reducir la cantidad de oxígeno del agua, dificultando con ello la existencia de fauna y flora.

«Si no hay suficiente oxígeno (…) va a haber mortandad de peces. Hay plantas que necesitan oxígeno para sobrevivir y se van a perder. Al final, todo esto afecta a la calidad no solo de los cuerpos receptores, sino de todo el ecosistema que está siendo soportado por él», ha afirmado Arias.

Un ejemplo de eutrofización es el Mar Menor, donde hay una serie de descargas no controladas desde la agricultura, por parte de aguas residuales que están afectando a la calidad. No sólo hay «blooms» (afloramientos masivos) de algas, si no que también se generan cianobacterias que son altamente tóxicas y que se deben tratar, ha advertido.

Por qué usar humedales

En su opinión, uno de los sistemas viables para para mitigar ese tipo de descargas (residuales y agrícola) son los humedales construidos. «Se pueden hacer bandas para evitar el escurrimiento de aguas directamente de las zonas agrícolas y también construir humedales de descargas puntuales».

Se trata de sistemas que emulan a los humedales que existen en la naturaleza y que «hemos podido optimizar y poner al servicio de mejorar la calidad del agua (…). Además de ser más amigables con la naturaleza, tienen la capacidad de reducir la contaminación y recuperar nutrientes, ha defendido Arias, que lleva más de treinta años trabajando con este tipo de soluciones.

Utilizar humedales construidos es una ventaja «enorme» porque son fáciles de aceptar por la naturaleza y porque, ante todo, «tienen la capacidad de eliminar una variedad enorme de nutrientes y ofrecen la ventaja de que permiten «cosechar» diferentes productos. Además son mucho más económicos y menos intensivos en energía.

De impacto negativo a positivo

Uno de los productos a cosechar es la biomasa, que se puede utilizar directamente como fertilizante en la agricultura. Además, con procesos industriales como HTL y HTC se pueden convertir en productos que tienen alto valor, como chares, biochares, fibras, proteínas (…) «el potencial es enorme».

Desde el punto de vista de nutrientes, «no lo debemos descartar». A pesar de que nitrógeno, fósforo o potasio pueden ir en detrimento del medio ambiente, «también se pueden cosechar y reutilizar en la agricultura» sin riesgo.

«El futuro de la humanidad es realmente preocupante. Estamos contaminando todas nuestras fuentes de agua potable o de agua que va a servir de agua potable y estamos cargándonos el medio ambiente descargando aguas residuales no tratadas y fuera de eso estamos desperdiciando recursos», ha subrayado.

El fósforo que utilizamos en este momento para agricultura proviene de minas y el balance es que en unos 40 o 50 años esto se va a agotar, ha advertido el experto para quien la solución pasa por cosechar fósforo de las aguas residuales. Si no lo hacemos, «la situación para los agricultores y para nosotros va a ser de no haber suficiente alimentación», ha subrayado. EFEverde

atm/al

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Artículo de Ana Tuñas Matilla publicado en https://efeverde.com/carlos-arias-cosechar-nutrientes-de-las-aguas-residuales-para-garantizar-la-alimentacion/