El impacto de la pandemia o de realidades como la guerra en Ucrania no solo han cambiado nuestras perspectivas de futuro. También las de organizaciones criminales de todo el mundo, que ahora exploran la apertura de negocios en paralelo capaces de explotar el drama humanitario de la guerra o la incertidumbre generada por la covid-19. En palabras de Europol, nunca antes el crimen organizado había supuesto una amenaza tan determinante para Europa. Por ello, nunca antes el papel de los registradores había sido tan capital en la lucha contra el narcotráfico, la trata de seres humanos o el terrorismo.