El número de clientes de banca digital en España aumentó un 44% sólo entre 2018 y 2020, según el Índice Global de Banca Digital 2021, elaborado por N26. Una tendencia que se ha acelerado durante la pandemia por el incremento exponencial de las compras online y el uso de los medios de pago electrónicos, así como por el cierre masivo de las oficinas de las entidades bancarias. La cara b de la digitalización de la operativa bancaria es el inevitable aumento de los fraudes, por los que cada vez más víctimas acuden a los tribunales para que la entidad bancaria se haga responsable. Y es que los bancos, como garantes y depositarios de los fondos de sus clientes, deben responder por las brechas de seguridad en sus sistemas.