Roma (EuroEFE).- Los millonarios fondos Next Generation, puestos en marcha tras la pandemia de coronavirus para ayudar a la recuperación de la Unión Europea (UE), se distribuyeron «a los diferentes países de acuerdo a un algoritmo», según el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni.
«Emitir deuda conjunta por 800.000 millones sin dedicar un euro a proyectos conjuntos fue una oportunidad perdida. Todo este dinero se ha dado a los diferentes países de acuerdo con un algoritmo, cuando está claro que la financiación común europea debería ir primero a proyectos comunes», dice Gentiloni en un entrevista contenida en un libro que recoge este lunes el ‘Corriere della sera’.
El comisario explica que se refiere «a las cuotas de financiación asignadas a los diferentes países. No han sido negociadas por los jefes de Gobierno. Se han obtenido a partir de un algoritmo que, entre otras cosas, ha sido ideado y definido por dos directores generales (ambos holandeses)».
Italia recibió más de 200.000 millones de euros, pero, en su opinión, «hay un poco de retórica italiana sobre que ganamos mucho dinero. Italia es el séptimo país en términos de la relación entre el dinero recibido y el PIB. Hay otros que, en términos relativos, han llevado a casa mucho más, desde España hasta Croacia. Siempre gracias al algoritmo», asegura.
Su visión de la UE
En la entrevista contenida en el libro «En las venas de Bruselas. Historias y secretos de la capital de Europa», de Paolo Valentino, periodista del ‘Corriere della Sera’, Gentiloni explica su visión de la UE.
«En general, la casa común europea es, por un lado, una construcción maravillosa, un verdadero milagro, y por otro, una gigantesca obra inacabada que ha permanecido así en los últimos años, a pesar de que la actual comisión ha logrado hacer cosas importantes, incluso en algunos casos revolucionarias. Hemos pasado de la demonización a la invocación de la UE: antes era ‘el enemigo’ y ahora es ‘el ausente’», afirma.
Sobre las próximas elecciones europeas, Gentiloni explica que llegan «en una situación un poco delicada, donde el gran tema es que la UE ha progresado extraordinariamente, pero el mundo ha avanzado aún más rápido».
«Esto puede referirse tanto a la defensa como la competición por la tecnología, los temas ambientales o la Inteligencia Artificial. Las muchas cosas hechas por la Comisión son más lentas que estas dinámicas, con la consecuencia de que el carácter inacabado del proyecto europeo no sólo se ha mantenido, sino que se ha ampliado», afirma.
Editado por Miriam Burgués
