Budapest (EuroEFE).- Los 7.500 millones de euros que Hungría podría dejar de recibir de la UE por violar el estado de Derecho equivalen al 4,8 % de su PIB del año pasado y son ingresos esenciales en divisas en un momento en el que la moneda nacional está debilitada y el precio de la energía disparado.
Esos 7.500 millones suponen un tercio de los 22.500 que se le han asignado a Hungría en el presupuesto comunitarios para el periodo 2021-2027.
La congelación de esos fondos, propuesta este domingo por la Comisión Europea, afectaría a tres programas, los de Medio Ambiente y Eficiencia Energética Plus; de Transporte Integrado; y de Desarrollo Territorial y Urbano, donde se sospecha que el pasado hubo casos de corrupción y fraude.
Today we proposed budget protection measures to the @EUCouncil under the conditionality regulation.
This is to ensure the protection of the #EUbudget and the financial interests of the EU against breaches of the principles of the #RuleOfLaw in Hungary.
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— European Commission 🇪🇺 (@EU_Commission) September 18, 2022
En términos generales los fondos comunitarios suponen el 3,5 % del PIB húngaro de cada año, señaló este lunes el economista Zoltán Pogátsa a la televisión privada ATV, una cantidad importante pero no decisiva.
«Incluso si se suspende el 100 % de estos fondos, tampoco significaría una quiebra», explicó Pogátsa, subrayando que mucho más importante es que se trata de euros.
En la actual situación, cuando el forinto, la moneda húngara, se ha depreciado, el Gobierno ultranacionalista necesita disponer de una moneda fuerte para comprar gas en los mercados internacionales.
El forinto se ha depreciado un 8 % respecto al euro desde el pasado enero. Los tres programas afectados por la posible suspensión han sido en el pasado investigados por la Oficina europea de lucha contra el fraude (OLAF), que en 2016 detectó «posibles fraudes».
Ese organismo informó de irregularidades en licitaciones de obras públicas financiadas con fondos comunitarias, entre ellas contratos de alumbrado público a una empresa con la que tuvo vínculos István Tiborcz, yerno del primer ministro húngaro, Viktor Orbán.
Otros casos investigados son lo de la línea 4 del metro de Budapest o la construcción de una autopista.
La Comisión ha justificado su propuesta de congelar esos fondos en las irregularidades sistemáticas y deficiencias en la contratación pública, así como insuficiencias en el tratamiento de los conflictos de intereses en el ámbito público.
Para corregir esos problemas, el Parlamento, donde el Fidesz de Orbán tiene mayoría absoluta, aprobará una serie de enmiendas legales para satisfacer la exigencia de transparencia de la UE.
El Gobierno húngaro, normalmente muy combativo y crítico con Bruselas, ha reaccionado bajando el volumen de sus mensajes y asegurando que las negociaciones con la UE avanzan bien y que finalmente cumplirá con las exigencias y podrá así recibir el dinero.
Editado por M.M.