• 30/10/2025 00:39

Perdonan una deuda de 316.654 euros a una vecina de Les Garrigues que avaló préstamos para salvar el negocio agrícola familiar

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juzgado de Lleida

El Juzgado Mercantil número 1 de Lleida ha perdonado una deuda de 316.654,43 euros a una vecina de Les Garrigues que avaló varios préstamos contraídos por su marido con la finalidad de poder sacar adelante el negocio agrícola familiar, debido a las adversidades climatológicas, pero no pudo hacer frente a las obligaciones contraídas y eso derivó en una situación de insolvencia. Así, el juez aplica la Ley de la Segunda Oportunidad a la clienta de Bergadà Abogados, boutique legal especializada en Derecho concursal, y la exonera del pasivo insatisfecho.

El negocio del marido está centrado en el sector agrícola, concretamente en los olivos y en el cereal. Encadenó tres campañas consecutivas sin apenas producción debido a las condiciones climáticas adversas, por lo que se vio en la necesidad de solicitar préstamos para poder salvar el negocio. Por su parte, la mujer empezó actuando como avalista en dichos préstamos, pero con ánimo de ayudar con el negocio familiar que generaba el sustento de su familia, actuó también como titular en algunos de ellos conjuntamente con su marido.

En este sentido, explica que “los últimos cuatro años fueron muy difíciles por la sequía, razón por la cual estuvimos tres campañas sin poder facturar. Mi marido trabajaba sin descanso en el campo y lo poco que ganábamos era para hacer frente a los pagos y a los trabajadores”. Además, “los pagos se fueron atrasando y ningún banco nos quiso renovar la póliza que teníamos, así que decidimos pedir préstamos y yo, en la mayoría, era avalista. Éramos una piña y yo firmaba por ayudar en el negocio familiar”.

Según la abogada que ha llevado el caso y socia fundadora de Bergadà Abogados, Marta Bergadà, “avalar estos préstamos fue un acto de solidaridad y compromiso con el proyecto familiar. Ella no tenía ingresos propios y se volcó en apoyar el negocio, pero los intereses acumulados terminaron por asfixiar completamente su economía personal”.

Aunque algunos préstamos ayudaron a mantener el negocio durante un tiempo, los intereses resultaron inasumibles. Sin ingresos propios, la mujer quedó atrapada en una espiral de deudas, ya que éstas dejaron a la fuente de ingresos de su familia sin margen para obtener beneficios. “Llegó un punto en el cual estábamos con el agua al cuello. Incluso, vendimos cosas teníamos para poder hacer frente a los pagos, pero era imposible”, lamenta.

Dada esa situación, hace un año y medio decidieron encontrar una solución “y buscando por Internet nos apareció Marta Bergadà y Bergadà Abogados. La primera impresión fue que era una buena abogada y confiamos en esa intuición, así que solicitamos una primera reunión para poder exponer nuestra situación”, indica.

Por su parte, la letrada recuerda que “tanto ella como su marido estaban muy preocupados por todo lo que habían vivido”. No obstante, con la documentación aportada se confirmó que la mujer era deudora de buena fe y se inició todo el procedimiento. “Salimos de ese primer encuentro contentos y también aliviados, porque nos atendieron muy bien y resolvieron muchas dudas que teníamos”, expresa la clienta.

No obstante, dicho proceso “lo vivimos con cierto miedo y preocupación”, sobre todo “por las constantes llamadas, cartas y correos electrónicos que enviaban las empresas de recobro de deudas y los bancos. Era una pesadilla, hasta el punto de tener días en los que lloraba. De hecho, también me daba vergüenza cuando venía el cartero a darnos alguna de las cartas que enviaban. Fue una auténtica tortura, porque me hubiera gustado pagar lo que debía, ya que eso hubiera sido sinónimo de que todo iba bien, pero no podía, era imposible”. Por ello, Marta Bergadà manifiesta que “es crucial que los consumidores sepan que tienen derechos que protegen su privacidad y dignidad”.

La buena noticia se produjo recientemente, cuando el titular del Juzgado Mercantil número 1 de Lleida dicto el auto que perdonaba a la mujer una deuda de 316,654,43 euros. “Cuando me llamaron desde Bergadà Abogados para decírmelo no me lo creía. Fue algo increíble. Me quedé en shock y me sentí muy contenta. Ahora espero que a mi marido también le concedan la EPI, ya que trabaja mucho y no logra levantar cabeza. Al menos, con mi exoneración también podemos respirar un poco más y tener un futuro más esperanzador, ya que las deudas no nos dejaban vivir”, concluye.

Marta Bergadà subraya que, “gracias a la Ley de la Segunda Oportunidad, nuestra clienta puede empezar de cero. Es un ejemplo claro de cómo dicha normativa puede devolver la dignidad financiera a personas que han actuado de buena fe”.

Asimismo, reflexiona sobre los avales al decir que “muchas personas firman sin conocer realmente el alcance de esa responsabilidad. Avalar una deuda no es un simple trámite, ya que te compromete legal y económicamente como si fueras el prestatario principal. Este caso pone de manifiesto la necesidad de estar bien asesorado antes de tomar decisiones que pueden comprometer el futuro financiero de toda una familia”.

Por este motivo, Marta Bergadà insiste en la importancia de conocer las herramientas legales disponibles en situaciones de sobreendeudamiento. “La Ley de la Segunda Oportunidad está diseñada precisamente para ofrecer una vía de salida a personas físicas, autónomos y particulares que, tras intentar cumplir con sus obligaciones, ya no pueden hacer frente a sus deudas. Difundir esta ley y su importancia es clave para que más personas que lo están pasando mal puedan dejar atrás una historia cargada de sufrimiento por las deudas y empiecen de nuevo con un futuro esperanzador”, concluye.

 

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Artículo de Redacción publicado en https://www.lawyerpress.com/2025/10/21/perdonan-una-deuda-de-316-654-euros-a-una-vecina-de-les-garrigues-que-avalo-prestamos-para-salvar-el-negocio-agricola-familiar/