La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en uno de los motores de transformación más significativos del siglo XXI. Su capacidad para procesar y analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real está redefiniendo industrias enteras, desde la salud y la educación hasta la logística y la energía. Propiciando un crecimiento sin precedentes capaz no solo de impulsar avances tecnológicos en hardware y software, sino también de dinamizar sectores clave de la economía global.
De esta manera, las inversiones en IA han crecido de manera exponencial en los últimos años, con cada vez más empresas que destinan recursos significativos a la investigación y el desarrollo de tecnologías de IA con el objetivo de ganar cualquie…