A medida que avanza la reunión del Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica, que se celebra en Cali (Colombia), la necesidad y brecha de financiación para la conservación de la biodiversidad se volvió el centro de las negociaciones.
Se discutió la brecha significativa entre los fondos necesarios y los disponibles actualmente para implementar el Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal.
La meta de movilizar 200.000 millones de dólares anuales está lejos de alcanzarse si tenemos en cuenta que el monto total comprometido es de $400 millones de dólares, menos del 2% de lo que las naciones desarrolladas han prometido contribuir para fines del próximo año.
¿Cómo conservar nuestro mundo natural sin la financiación adecuada?
En la era de la digitalización y descarbonización, el gran reto para la mitigación y adaptación de la crisis climática es hacerlo sin afectar la protección y conservación de los ecosistemas.
Y parece que aún no lo hemos comprendido, seguimos seducidos por tendencias como la inteligencia artificial, cuando disponemos de una inteligencia natural y ancestral que nos cuidan desde hace millones de años con efectividad.
En Colombia, el déficit de recursos para cumplir con el Plan de Acción de Biodiversidad (2016-2030) se estima en 0,93 billones de dólares, y esta cifra no incluye los recursos adicionales necesarios para las nuevas metas del Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal.
Este contexto exige una acción decidida para movilizar inversiones, especialmente del sector privado, para superar este déficit. Sin que estas inversiones privadas, signifiquen una dejación de las responsabilidades de los países y estados sub-nacionales en el cumplimiento de las leyes y las metas de Kunming-Montreal.
En un contexto de limitado espacio fiscal para aumentar el gasto público en biodiversidad como el colombiano o los países en vías de desarrollo, las inversiones del sector privado son esenciales para cubrir la necesidad de recursos adicionales.
Unidad de Biodiversidad
A pesar de que Colombia cuenta con mecanismos eficientes y un marco normativo que respalda estas iniciativas, el acceso a incentivos tributarios es limitado.
El artículo 255 del Estatuto Tributario establece beneficios para las empresas que invierten en conservación, pero el procedimiento actual para obtener certificaciones es engorroso, lo que desincentiva la inversión.
Simplificar este proceso, permitiendo que un certificado de un Crédito o Unidad de Biodiversidad sirva como prueba suficiente para acceder a estos beneficios fiscales, es una solución efectiva para movilizar recursos y contribuir al cumplimento de las metas de Kunming-Montreal.
Las Unidades de Biodiversidad son una herramienta muy flexible que puede servir de “bisagra” entre los mecanismos obligatorios y los voluntarios.
Los Bancos de Hábitat (BH) son áreas administradas para la preservación, restauración y uso sostenible de la biodiversidad, que ofrecen un marco claro y estructurado, para canalizar recursos hacia la conservación. Son uno de los instrumentos que permiten cumplir, con principios de permanencia y pago por resultados, con los esquemas de compensación obligatorias que impulsan algunos países como Colombia.
Además, los BH son la base para la emisión de Unidades de Biodiversidad Voluntarias, que permiten a las empresas hacer contribuciones voluntarias a la conservación.
Ambas son herramientas clave que pueden acelerar la financiación de conservación de la biodiversidad, beneficiando a las comunidades locales y promoviendo su desarrollo social y económico.
Las Unidades de Biodiversidad representan una unidad transable que certifica resultados ecológicos positivos en la conservación de la biodiversidad.
A través de un sistema de registro que asegura trazabilidad y transparencia, estas unidades no solo brindan a los inversores la seguridad de que sus aportes están generando un impacto real, sino que también permiten que las comunidades locales se beneficien directamente de la inversión en sus ecosistemas, ya que genera economías rurales basadas en la conservación de la biodiversidad.
La voz de las comunidades locales y pueblos indígenas es crucial en este proceso. Su conocimiento ancestral sobre la gestión y gobernanza de los recursos naturales debe ser central en el diseño de estos mecanismos de financiación.
Al involucrarlos como socios y partes del negocio verde, se garantiza que los proyectos de conservación no solo sean efectivos, sino también justos y equitativos.
Importancia de la financiación híbrida
A medida que la COP16 avanza con su segunda semana, es imperativo que los actores involucrados reconozcan la importancia de la financiación híbrida, público-privada e innovadora.
Entidades como el Panel Asesor Internacional sobre Créditos de Biodiversidad (IAPB), la Biodiversity Credits Alliance (BCA) o el propio WWF, están elaborando recomendaciones que, si se implementan adecuadamente, podrían transformar el panorama de la conservación y financiación en Colombia y los países en vías de desarrollo.
Estas recomendaciones incluyen limitar la comercialización de compensaciones de biodiversidad a nivel mundial y garantizar el respeto a los derechos de las comunidades locales, entre otros temas como el uso de tecnologías avanzadas para el monitoreo y la verificación de los resultados de conservación.
La naturaleza es un recurso finito que requiere atención urgente. No estamos conservando la biodiversidad. Somos biodiversidad, nos ayudamos a nosotros mismos.
Actuar ahora no solo beneficiará a la biodiversidad, sino que también fomentará un desarrollo económico basado en la naturaleza que beneficie a todos.
La COP16 seguramente será un punto de inflexión, donde se establezcan compromisos claros para la financiación de la biodiversidad, asegurando que el equilibrio entre el desarrollo humano y la conservación se mantenga como una prioridad.
La tarea es monumental, pero la posibilidad de lograr un futuro resiliente y regenerativo, depende de nuestra capacidad para movilizar recursos y trabajar juntos tanto las soluciones de mercado como las de NO mercado.
Mariana Sarmiento |
José Lindo |
Terrasos (Colombia) Fundadora y Directora Ejecutiva |
The World in 2050 (España) Cofundador y Director del Think Tank Miembro del consejo asesor: “Protocolo para la Emisión de Unidades de Biodiversidad Voluntarias” |
Creadores de Opinión Verde #CDO es un blog colectivo coordinado por Arturo Larena, director de EFEvhttps://efeverde.com/prohibicion-uso-fueloil-aguas-artico/erde
Esta tribuna puede reproducirse libremente citando a sus autores y a EFEverde.
Otras tribunas de Creadores de Opinión Verde (#CDO)
Este blog de «influencers verdes» ha sido finalista en los Premios Orange de Periodismo y Sostenibilidad 2023 en la categoría de «nuevos formatos».
La entrada Bancos de Hábitat y Unidades de Biodiversidad: Innovación Financiera para cumplir el Marco Mundial de la Biodiversidad en la COP16. Por (*) Mariana Sarmiento y José Lindo se publicó primero en EFEverde.