• 27/04/2024 22:14

¿Violencia climática o resistencia cívica? Por (*) Bertrand Piccard (Solar Impulse)

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El debate actual sobre el «eco-vandalismo» me lleva a mirar la historia de las reivindicaciones.

En el pasado, lucharon contra la esclavitud o el apartheid, por la libertad, los derechos civiles o la igualdad de género. A veces se volvían violentos y eran juzgados por terrorismo, tenían un precio por sus cabezas. Encarcelados como Mandela o buscados como Begin o Arafat por atentados terroristas, recibieron después el Premio Nobel de la Paz. Si fueron asesinos para unos o resistentes contra el invasor para otros, su destino depende de la época y de la victoria o derrota de su bando.

Con el mismo fervor, hoy luchan por el clima, cierta violencia y siempre la misma frustración al ver que las líneas avanzan tan lentamente. Las manifestaciones populares ocurren en las conferencias del clima y se radicalizan. Cada vez se producen acciones más brutales, con bloqueos de tráfico, depredaciones e incluso lanzamiento de piedras o morteros. Ya no se trata de defender el destino de un pueblo o de una sociedad civil, sino de garantizar el futuro de la humanidad. ¿Está mal enfrentarse a la inercia de los gobiernos? ¿Rechazar la destrucción de la biodiversidad o la contaminación del agua? ¿Ofenderse del egoísmo de los conductores de grandes coches contaminantes?

A pesar de que hoy hay 1.800 millones de jóvenes en el mundo, la mayor proporción en la historia, sus voces no se traducen en acciones. Ya sea alzando la voz en cumbres importantes o en manifestaciones pacíficas, perdiendo la calma y arrojando latas de sopa a las obras de arte o pegándose a las carreteras, el mensaje es el mismo, pero con una rabia creciente: ¡Están hartos!

El sentimiento de impotencia siempre ha llevado a la revuelta. Ante lo que consideran un «ecocidio», estos jóvenes reaccionan como si estuvieran ante un genocidio, con una frustración que ya no pueden contener. En su mente, no tienen nada que perder: su futuro ya ha sido arrebatado por unos responsables que no están dispuestos a actuar. Ante sus ojos, su comportamiento está justificado como medio para conseguir un fin.

¿Son héroes o anarquistas? Honrados hoy por la opinión pública, ¿serán rehabilitados como los que rompieron las órdenes de los dictadores o sabotearon las infraestructuras enemigas? Formular la pregunta es responderla en parte. Pero sólo en parte…

Lo que hay que ver es el efecto real de la acción violenta para lograr el cambio o no. Yo respondería que es útil frente a los gobiernos que quieren evitar el desorden y que ya han reaccionado varias veces declarando la emergencia climática. Si no se le obliga a moverse, el político permanecerá inmóvil. Pero no es así al ver la exasperación e incomprensión de la población.

En Europa tenemos dos movimientos con acciones similares pero con objetivos diferentes. Uno grita «Alto al Petroleo» y el otro «Renovemos». Una exigencia irreal -porque el mundo se colapsaría si de repente dejáramos de consumir petróleo- frente a una exigencia seria de que las infraestructuras obsoletas y contaminantes se modernicen con tecnologías más eficientes y económicamente rentables.

Está claro que es esencial convertir la ira en propuestas concretas. Quedarse en el camino y aborrecer a la industria siempre será menos útil que animarla a transformarse.

Hoy, con la misma rabia, la misma frustración, los jóvenes podrían conseguir mucho más gritando «soluciones, soluciones», en lugar de «problemas, problemas». Y si los responsables siguen sin hacer nada, a nadie le extrañará que no sean sólo las manifestaciones las que se vayan de las manos, sino la situación en su conjunto.

 

Piccard en la Exposición de Energía Limpia en Pekín. EFE/Wu Hong

(*)  Bertrand Piccard, es fundador y presidente de Solar Impulse

Uno de los primeros, ya en la década del 2000, en considerar la ecología a través del lente de la rentabilidad, Bertrand Piccard es considerado como un líder de opinión en los temas de innovación y sostenibilidad. Como Presidente de la Fundación Solar Impulse, promueve el crecimiento cualitativo demostrando el potencial económico de las tecnologías limpias. Denunciando lo absurdo de los sistemas contaminantes e ineficientes que aún hoy día se utilizan con demasiada frecuencia, aboga por la modernización del marco legal para facilitar el acceso al mercado de soluciones eficientes.  Su voz se escucha en las mayores instituciones, así como las Naciones Unidas, la Comisión Europea, el Foro Económico Mundial entre otros y su compromiso le ha valido varios nombramientos, como el de Campeón de la Tierra y el de Embajador de Buena Voluntad de las Naciones Unidas.

 

 

Creadores de Opinión Verde #CDO es un blog colectivo coordinado por Arturo Larena, director de Medio Ambiente y Ciencia en EFEnoticias y  EFEverde

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Artículo de Redacción EFEverde publicado en https://efeverde.com/cop27-clima-violencia-climatica-o-resistencia-civica-por-bertrand-piccard/