Tres de los cinco científicos españoles, parte de un grupo de 15 activistas detenidos el sábado pasado en Múnich, en el sur de Alemania, han quedado en libertad este viernes, informó a EFE uno de ellos, Mauricio Misquero.
Junto con él han salido de prisión Víctor de Santos, ambientólogo, y Joseba Sáenz de Navarrete, ingeniero informático, mientras que permanecen privados de libertad Fernando Rojas, ingeniero de telecomunicaciones, y Marta Moreno, doctora en historia y arte.
Según un portavoz de la Policía de Múnich, está previsto que antes del fin de la jornada queden libres todos los activistas, que permanecían detenidos tras una protesta en la sede del fabricante de automóviles BMW para evitar que realizasen más acciones similares.
«No nos amedrentamos, salimos con ganas de llevar nuestras acciones más allá», declaró Misquero en conversación telefónica con EFE.
«Pasar unos días en prisión nos parece un precio bastante aceptable en comparación con la dimensión de la crisis ecológica y climática. Ya está pegando fuerte, pero quienes van a vivir lo peor son los niños que vemos por la calle», señaló.
El doctor en física y matemáticas indicó que los activistas no van a dejarse «disuadir» y continuarán con su apuesta por la protesta no violenta. «Esto no ha hecho más que empezar», afirmó.
Calificó además de «anormalidad democrática» el hecho de que se encarcele a quienes «levantan la voz», mientras que Gobiernos y grupos de presión empresariales estén llevando al mundo «al precipicio».
Los activistas del movimiento Rebelión Científica irrumpieron en la sede de BMW y arrojaron melaza -y no pintura negra como se informó con anterioridad- contra algunos vehículos de lujo allí expuestos, además de pegarse a ellos con super glue.
Por esta acción, el grupo permaneció dos noches en comisaría y -salvo dos ciudadanos franceses que fueron liberados antes por circunstancias personales- cuatro noches en prisión.
La fiscalía ha abierto diligencias por varios delitos, entre ellos desobediencia a la autoridad, allanamiento y daños a la propiedad, siendo este último el que tiene más «enjundia» según Misquero, ya que BMW reclama perjuicios por valor de entre 100.000 y un millón de euros a pesar de la insignificancia de los daños reales.
La organización ecologista alemana «Última Generación» denunció este viernes que la Justicia de este país está adoptando un curso más punitivo frente a los cortes de carreteras y otras protestas medioambientales y puso el ejemplo de un grupo que bloqueó el jueves una plaza central en Múnich y por ello permanecerán detenidos hasta el próximo 2 de diciembre.
Las críticas a las protestas ecologistas en Alemania se han intensificado después de que el lunes quedara en estado crítico una ciclista atropellada en Berlín y trascendiese que uno de los vehículos de rescate quedó atrapado en un embotellamiento causado por activistas.
La mujer murió este viernes y de parte de la política se han sucedido las condenas a las protestas que «ponen vidas en peligro», aunque no está probado que el retraso del vehículo tuviese un impacto para el pronóstico de la víctima. EFEverde
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