Zamora, 10 ago (EFE).- El valor de la madera quemada en los montes de utilidad pública afectados por los grandes incendios de la Sierra de la Culebra de Zamora y su entorno ronda los 30 millones de euros, según las estimaciones de la Junta de Castilla y León.
La administración autonómica ha dividido la madera quemada de la que realizará la corta en los próximos meses en 46 lotes que se sacarán a subasta al alza en un procedimiento de concurrencia pública, según ha detallado este miércoles el director general de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Junta de Castilla y León, José Ángel Arranz.
Arranz ha informado a los municipios afectados del procedimiento de subasta que permitirá a los ayuntamientos propietarios de las parcelas obtener el 70 % de los ingresos de la subasta, mientras que el 30 % lo destinará la Junta de Castilla y León a labores de reforestación y mejora del monte.
Las licitaciones se realizarán «con urgencia» con el fin de efectuar las sacas de la madera quemada lo antes posible y evitar así plagas de insectos perforadores que puedan afectar a otras parcelas colindantes.
En total, se sacarán a subasta unas 11.110 hectáreas de montes de utilidad pública que suman 1,6 millones de metros cúbicos de madera, lo que supone una cantidad equivalente a la madera que se extrae en un año normal en todos los montes públicos de Castilla y León, ha apuntado Arranz.
El responsable del Medio Natural y la Política Forestal de la Junta de Castilla y León ha precisado que el valor de la madera quemada supone una pérdida de entre el 20 y el 30 % respecto al valor que tendría si no se hubiera quemado.
Ese porcentaje es inferior al habitual de la madera procedente de incendios debido a que el fuego pasó con tanta rapidez por muchas zonas que hizo que mucha madera no esté «excesivamente quemada».
Además de esa actuación en montes de utilidad pública, el Gobierno regional pretende sacar en los próximos días una orden por la que cualquier particular podrá extraer madera de la zona quemada sin autorización previa.
La labor de extracción es necesaria en los bosques de coníferas, mientras que en la superficie arbolada de frondosas como encinas, rebollos o robles es posible que rebroten aunque es conveniente sacar la madera quemada para su regeneración, así como cortar los castaños más afectados que estén secos a causa del incendio.
De forma paralela al avance en la adjudicación de las sacas de madera, la Junta de Castilla y León también ha comenzado a acometer, con cargo a una partida de cuatro millones de euros aportados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) actuaciones de retención del suelo para evitar la erosión y los arrastres. EFE
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