Luis González
Sevilla, 30 nov (EFE).- La cooperación entre propietarios de fincas, administraciones y la sociedad civil es un factor clave para la recuperación del lince ibérico. Iniciativas como ‘Life Lynxconnect’ promueven la reintroducción de ejemplares, la adaptación de las fincas y la educación ambiental, proporcionando un entorno seguro para este depredador clave en los ecosistemas andaluces.
La propietaria de una finca de la provincia de Sevilla participante en el proyecto, Fátima Ramírez, ha contado a EFE cómo fue la primera vez que vio un lince en su propiedad, un encuentro que recuerda con emoción: “Tuve la suerte de cruzármelo personalmente. A partir de ahí contactamos con biólogos y con el proyecto, y comenzamos a trabajar en la recuperación de la especie”.
Gracias a estas iniciativas, actualmente la finca alberga una pareja de linces y toda su prole, un total de seis ejemplares.
Ramírez ha explicado a EFE que para favorecer la recuperación de la especie, han adaptado el uso del territorio de su finca, han reducido la caza en un 99 %, han priorizado la restauración de la dehesa y han creado condiciones propicias para la alimentación y desarrollo del depredador.
“Si queremos que exista lince, tenemos que ser coherentes y ofrecerle un entorno seguro y sostenible”, ha subrayado la propietaria.
Coordinación institucional clave
El proyecto ‘Life Lynxconnect’ depende de la coordinación entre distintas entidades, administraciones públicas, fundaciones y técnicos, que trabajan junto a los propietarios para garantizar la conectividad de los territorios, reducir la mortalidad y facilitar la reintroducción de ejemplares criados en cautividad.
El alcalde de Villanueva del Río y Minas (Sevilla), Miguel Ángel Barrios, uno de los pueblos que participa en el proyecto, ha destacado la importancia de la cooperación social y educativa: “Colaboramos con diferentes actuaciones, sobre todo con menores en los colegios. Queremos que nuestras generaciones próximas y nuestros vecinos disfruten de esta magnífica especie”.
El alcalde ha señalado que la implicación cercana de los propietarios y personal de las fincas es esencial, ya que están «en contacto constante para que la población pueda crecer y desarrollarse. Hemos tenido la suerte de participar en la suelta de ejemplares; verlo de cerca es espectacular. Mi hija incluso soltó uno de los linces, y eso se quedará marcado para siempre”.
Sociedad civil y educación ambiental
Además de la gestión directa de los linces, la cooperación incluye campañas de concienciación y educación ambiental, difusión entre vecinos y colaboración con colegios y medios de comunicación.
Esto genera comprensión y aceptación social de la especie como depredador clave de los ecosistemas andaluces.
«La educación de los menores en los colegios es fundamental. Mi abuelo no conoció los linces, yo sí, y mi hija también. Queremos que las futuras generaciones los conozcan”, ha añadido el Alcalde de Villanueva del Río y Minas.
El caso de las fincas y la implicación de la administración local demuestra que la conservación del lince ibérico no depende de un solo actor.
Propietarios, científicos, fundaciones, administraciones y sociedad civil trabajan en red, mostrando que la cooperación es la base para garantizar la supervivencia de esta especie emblemática y su equilibrio en la naturaleza andaluza. EFE
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