En la era denominada como antropoceno, caracterizada por los efectos del cambio climático, la prosperidad de una ciudad ya no se mide únicamente por su PIB o su capacidad para atraer capital, sino también por su resiliencia climática y social. Así lo revela el nuevo informe City Competitiveness Redefined, elaborado por Arup en colaboración con C40 Cities, que analiza 63 ciudades de todo el mundo y redefine el concepto de competitividad urbana en función de su capacidad para afrontar los impactos del clima, proteger a las personas y atraer talento e inversión.
El estudio propone un nuevo marco de evaluación basado en 37 indicadores