Madrid, 5 sep (EFEverde).- Los incendios provocan un descenso en las ventas de las empresas —de hasta 7 puntos porcentuales sobre su activo total— y también una caída del empleo respecto a las compañías no afectadas. Además, reducen el crédito recibido por las empresas en torno a un 6 % más que en zonas no impactadas, aunque la presencia de bancos locales logra mitigar en parte ese efecto.
Así lo indican en una nueva entrada del Blog del Banco de España firmada por Laura Álvarez, Carmen Broto, Olivier Hubert y Sergio Mayordomo, bajo el título “Desertificación e incendios en España. El impacto del cambio climático sobre el crédito bancario”.
El trabajo apunta que las empresas situadas en zonas afectadas por grandes incendios sufren caídas notables en sus ventas y en el empleo, además de una reducción media del 6 % en el crédito recibido respecto a las no afectadas. Sin embargo, cuando existen bancos locales, su conocimiento directo del territorio y de la situación de las empresas puede mitigar el impacto, al mantener en mayor medida la financiación sin elevar la morosidad. Esto reduce los efectos negativos sobre la actividad y el empleo en esas zonas.
Desertificación y riesgo financiero
El análisis no se limita a los incendios. Los autores advierten de que la desertificación, fenómeno crónico que afecta a casi tres cuartas partes del territorio español, también repercute en la actividad económica y financiera.
La desertificación y la creciente severidad de los incendios forestales no solo amenazan a los ecosistemas y a la economía, sino que también afectan directamente al crédito bancario y a la estabilidad financiera, según investigaciones recientes. El análisis realizado con datos del Banco de España muestra que la mayor aridez reduce de manera gradual el crédito a las empresas, sobre todo en sectores como la agricultura y en municipios de zonas climáticas más secas. Aunque el impacto tarda años en hacerse estadísticamente significativo, la tendencia es clara: a mayor desertificación, menor acceso al crédito.
Por el contrario, en algunos sectores como el turístico, un clima más seco en zonas tradicionalmente húmedas puede incluso favorecer el acceso al crédito, ya que impulsa inversiones en infraestructuras y eficiencia energética. La desertificación, por tanto, genera efectos contrapuestos en función de la actividad económica y de la región.
Un círculo vicioso ambiental y económico
Según el estudio, la desertificación y los incendios se retroalimentan: un suelo árido es más vulnerable a incendios, y estos, a su vez, dejan el terreno más expuesto a la degradación. Esta interacción genera un círculo vicioso que impacta en los ecosistemas, en la economía real y en la estabilidad financiera del país.
Veranos cada vez más cálidos, lluvias cada vez más escasas y fenómenos extremos como las DANAs o los megaincendios refuerzan la evidencia de que el cambio climático tiene efectos materiales sobre la economía real y sobre la capacidad de pago de familias y empresas. Ante esta situación, los bancos centrales han comenzado a analizar el modo en que el sector financiero puede responder y adaptarse.
Cambio climático y estabilidad bancaria
El post del Banco de España destaca que ambos riesgos climáticos —crónicos y extremos— están afectando de manera tangible al crédito bancario y, por tanto, a la estabilidad financiera. De ahí la importancia de que las entidades incorporen estos riesgos en su análisis y gestión para anticipar los efectos de la emergencia climática en la economía española.
“Desertificación e incendios en España. El impacto del cambio climático sobre el crédito bancario”.
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