Tras su publicación este martes en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM), ayer miércoles entraban en vigor los nuevos Estatutos del Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM), aprobados el pasado mes de diciembre en Junta General Extraordinaria con el 79% de apoyo de los colegiados, y por el Consejo General de la Abogacía Española (CGAE), por unanimidad en Pleno celebrado con fecha 24 de enero de 2025. Una vez inscritos en el Registro de Colegios Profesionales de la Comunidad de Madrid, el ICAM se dota finalmente de un marco jurídico actualizado, alineado con los cambios normativos de los últimos años y con las necesidades actuales y futuras de la abogacía madrileña.
El nuevo régimen estatutario introduce cambios sustanciales en el funcionamiento de la corporación, entre los que destacan la inclusión de la docencia universitaria entre los fines esenciales del Colegio y la creación del Consejo Colegial como órgano consultivo. También refuerza la regulación del secreto profesional, establece la representación paritaria en los órganos de gobierno y somete la gestión de los servicios colegiales a criterios de sostenibilidad y calidad certificados por entidades independientes.
En el ámbito de los derechos colegiales, los nuevos Estatutos eliminan la distinción entre ejercientes y no ejercientes en la solicitud de convocatorias de Juntas Generales, aunque se mantiene la ponderación del voto prevista en el Estatuto General de la Abogacía. Además, se incorpora una regulación más equitativa para los dictámenes de honorarios, basada en criterios objetivos como el vencimiento, y se introduce una limitación estatutaria que impide que las cuotas colegiales puedan incrementarse por encima del IPC anual, garantizando así una gestión económica previsible y ajustada a la realidad de los profesionales.
La reforma introduce también novedades relevantes en los principios rectores del Colegio. A partir de ahora, el gobierno de la institución se regirá por criterios de transparencia, participación, igualdad y sostenibilidad, tal y como establece expresamente el artículo 39 de los nuevos Estatutos. En esta línea, se incorpora la obligación de garantizar un mínimo del 40 % de representación del sexo menos representado en los órganos de gobierno y se refuerza el compromiso con la calidad y la mejora continua en la prestación de servicios mediante auditorías externas y certificaciones independientes.
Para el decano del ICAM, Eugenio Ribón, la entrada en vigor de los nuevos Estatutos “marca el inicio de una etapa de transformación estructural para el Colegio, con un modelo más transparente, participativo y adaptado a los retos del presente”. A su juicio, “estos Estatutos reflejan nuestro compromiso con un ICAM útil para los colegiados, respetado por su defensa de la profesión e influyente en los grandes debates jurídicos y sociales. Con herramientas como el voto telemático, la docencia universitaria o el principio de sostenibilidad, el Colegio se sitúa en condiciones de liderar los cambios que requiere la abogacía del siglo XXI”.
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