Isabel Gómez Patón, Responsable de Recursos Humanos de Elzaburu
En los últimos años, el avance en el camino hacia la igualdad de género ha sido significativo, especialmente en el mundo empresarial y en sectores tradicionalmente dominados por hombres, como es el entorno jurídico. Sin embargo, la creciente polarización de la sociedad plantea una cuestión crucial: ¿podría este fenómeno frenar los progresos logrados?
Desde una perspectiva optimista, los logros recientes demuestran que la inclusión de la mujer en posiciones de liderazgo y responsabilidad es una realidad que se afianza día a día. A pesar de ello, y aunque en el sector jurídico se han dado avances en los últimos años, la igualdad en los puestos de poder de los bufetes es todavía una asignatura pendiente
Hoy en día la proporción media de socias en los grandes despachos es del 23%, un porcentaje todavía alejado de una representación del 50/50, pero que ha ido creciendo paulatinamente gracias a las políticas de conciliación e igualdad que ayudan a la mujer a compaginar su vida familiar con la profesional.
Un ejemplo claro de estos avances es nuestra firma, donde las mujeres han tomado un papel protagonista en el liderazgo corporativo. Actualmente, nuestra socia directora es Mabel Klimt; cuatro de las cinco áreas corporativas de la firma están lideradas por una profesional femenina y más del 30% de los socios son mujeres, una muestra tangible del avance en equidad de género dentro de nuestro sector.
Este cambio también es visible en los perfiles técnicos del despacho. Tradicionalmente, carreras técnicas como ingeniería, física o química han estado marcadas por una predominancia masculina. No obstante, en Elzaburu, el 58% del equipo técnico está formado por mujeres, demostrando que la barrera de género en estos sectores está descendiendo a pasos agigantados.
Otro factor que ha ayudado en la promoción de la igualdad es la flexibilidad en las políticas laborales. En Elzaburu se han implementado medidas como permisos recuperables, horarios de entrada y salida flexibles y teletrabajo, facilitando la conciliación entre la vida personal y profesional.
Esto ha permitido que tanto hombres como mujeres tengan las mismas oportunidades de acceder a posiciones de liderazgo sin que la vida familiar suponga una desventaja. La legislación también ha jugado un papel fundamental en este aspecto, igualando las bajas de maternidad y paternidad y eliminando cualquier posible sesgo en la contratación y retención del talento.
En los últimos años tres de cada cuatro incorporaciones al despacho son mujeres. Actualmente la plantilla tiene un 73% de cuota femenina, una mayoría que también se da entre los titulados de grado superior en favor de las féminas.
Los retos en el sector jurídico: reducir la brecha de género en la sociatura
A pesar de los avances logrados, todavía existen desafíos significativos en el sector jurídico. Se ha producido un avance en la igualdad de género, pero aún hay una brecha importante en el acceso de las mujeres a la sociatura de los despachos. Recordemos que la media de socias de los grandes despachos se encuentra en un 23%.
Y en cuanto a los cargos de mayor responsabilidad, como las direcciones de firmas legales, el número de mujeres que ocupan el primer puesto ejecutivo sigue siendo todavía reducido. En este sentido, Elzaburu es una de las pocas firmas que cuenta con una mujer como socia directora, un ejemplo que evidencia que el cambio es posible, pero también que hay camino por recorrer.
No es una obligación, es talento: la igualdad como motor de crecimiento
Si bien el avance es innegable, la polarización de la sociedad podría representar un obstáculo en el camino hacia la igualdad. En los últimos años el debate sobre la equidad de género se ha intensificado generando posiciones extremas que, en algunos casos, obstaculizan un diálogo constructivo. La igualdad no debe ser percibida como una imposición o una lucha de géneros, sino como una evolución natural hacia un entorno laboral más justo y eficiente.
Para evitar que la polarización frene el progreso, es fundamental fomentar el diálogo y la colaboración entre todos los actores involucrados. La inclusión de mujeres en posiciones de liderazgo no debe verse como una obligación, sino como una igualdad de oportunidades para potenciar el talento y mejorar el rendimiento empresarial y social.
En definitiva, aunque la polarización podría representar un riesgo, la clave para seguir avanzando radica en continuar promoviendo un entorno laboral basado en la igualdad, donde el talento y el esfuerzo sean los factores determinantes para el crecimiento profesional, independientemente del género.
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