• 03/10/2025 13:40

La combinación de cultivos, una herramienta natural para frenar a las superbacterias

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Fomentar los cultivos que combinan diferentes variedades de especies, así como la rotación de cultivos reduce la propagación de bacterias resistentes a los antibióticos en suelos agrícolas, según una investigación internacional, que aboga también por reducir el uso de antibióticos en el ganado y el riego con aguas residuales para frenar uno de los mayores problemas de salud a los que se enfrenta la humanidad.

Se calcula que en España mueren al año más de 23.000 personas debido a las bautizadas como «superbacterias», bacterias que son capaces de sobrevivir a todos o a la mayoría de los antibióticos que hoy hay en el mercado. A nivel mundial, organismos internacionales calculan que en 2050 morirán por estas bacterias más de 10 millones de personas, por lo que urge frenarlas.

Los suelos agrícolas son uno de los principales focos en los que proliferan estos microorganismos debido a que para fertilizarlos se usan abonos de origen animal cargados de estos microbios y restos de antibióticos, según la investigación, liderada por la Universidad Normal de Nanjing en China y en la que han participado científicos del CREAF  y del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

El suelo agrícola, un gran foco

El estudio, publicado en la revista Advanced Science, ha revelado que la combinación de varias especies vegetales en un mismo cultivo puede frenar la proliferación de estas bacterias dañinas y favorecer otras más beneficiosas, han explicado desde el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF).

En concreto, los resultados señalan que, dependiendo del tipo de suelo, una mayor diversidad de plantas reduce entre un 20 y un 50 % la abundancia de genes de resistencia a antibióticos y elementos genéticos móviles, que son secuencias de ADN que saltan de un microorganismo a otro y facilitan la transferencia de los genes resistentes.

La clave está, según la misma fuente, en los «exudados», compuestos que liberan las raíces en el suelo como azúcares, hormonas, vitaminas, ácidos orgánicos y aminoácidos, que son fuentes de alimento para estos organismos microscópicos.

Lo que han demostrado es que dado que cada planta tiene una composición diferente y cada tipo de bacteria tiene preferencia por distintos compuestos, cuanta más diversidad de plantas más diversidad de exudados y más se favorecen las poblaciones de bacterias inocuas.

Dicho de otra manera: combinar varias especies vegetales favorece la disponibilidad de más tipos de compuestos en el suelo, lo que aumenta la variedad de comunidades microbianas, por lo que se compite más por los recursos y las bacterias de alto riesgo no pueden proliferar tanto, según Josep Peñuelas, investigador del CSIC en el CREAF y coautor del estudio.

La investigación también ha revelado que los suelos que contienen más materia orgánica son los que se ven más beneficiados por la alta diversidad vegetal. Un motivo podría ser que en estos suelos se usa más estiércol para fertilizarlos y, por lo tanto, hay más carga de bacterias resistentes.

«El ganado ingiere antibióticos para tratar enfermedades y, si se administran en exceso, las bacterias pueden desarrollar resistencia. Estos microorganismos acaban en los excrementos que conforman el abono y lo pueden contaminar», según Peñuelas.

Ganar a las «superbacterias» pasa por aunar salud humana, animal y ambiental

Del suelo a la boca

Los investigadores recuerdan que las bacterias resistentes a antibióticos presentes en suelos agrícolas pueden transmitirse a los humanos a través de diversas rutas.

Por ejemplo, pueden adherirse a la superficie de hojas, frutos y hortalizas y cuando los alimentos contaminados no se lavan o cocinan adecuadamente, podemos ingerirlas.

Una vez en el sistema digestivo, pueden contribuir a transmitir genes de resistencia a antibióticos en la microbiota de las personas, lo que «puede hacer que los antibióticos no sean tan efectivos o no funcionen correctamente cuando se usan para tratar infecciones bacterianas», ha alertado Peñuelas.

«Por eso es muy importante tomar medidas desde el sector agrícola y este estudio demuestra que fomentar los policultivos o cultivos rotativos puede ser una solución efectiva. También subrayan la importancia de evitar el uso de estiércol sin procesar, no regar con aguas residuales y disminuir el uso innecesario de antibióticos en animales», concluyen.

Cómo se hizo

El experimento se llevó a cabo durante siete meses en un centenar de macetas en las que se que simularon monocultivos y policutivos y en las que se usaron cantidades diferente de abono de origen animal.

En la mitad se cultivó una sola especie y en la otra mitad se combinaron entre 3 y 4 especies: lechuga, tomate, ajo, alfalfa, apio y pimiento.

Además, se plantó sobre tres tipos de suelo: en el negro, con mucha materia orgánica, donde observaron una reducción de genes de resistencia a antibióticos del 51,2 %, y en fluvoacuático y rojo, con menos materia orgánica, donde se redujo cerca de un 20 %.

Para cuantificar los genes de resistencia a antibióticos y los elementos genéticos móviles se emplearon técnicas avanzadas de genética como qPCR, análisis metagenómicos, microbiológicos o redes microbianas.

Entre las bacterias que favorecen la salud del suelo y reducen la propagación de genes resistentes señalan el filo de las bacterias fijadoras de nitrógeno o las actinobacterias, que se mostraron más abundantes en las macetas con mayor diversidad de cultivos.

En cambio, las proteobacterias o firmicutes, que tienen una mayor capacidad para portar y transferir genes de resistencia a antibióticos a través de elementos móviles, se encontraron en mayor abundancia en las macetas que simulaban el monocultivo. EFEverde

atm/al

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Artículo de Ana Tuñas Matilla publicado en https://efeverde.com/la-combinacion-de-cultivos-una-herramienta-natural-para-frenar-a-las-superbacterias/